Toluca
Debido a los riesgos que genera el uso de artículos de plástico no degradable, como el “unicel”, el grupo parlamentario del PRI busca promover incentivos a quienes inhiban su venta y su uso.
El argumento principal es que son de los productos más contaminantes del planeta, pues pueden durar más de 100 años una vez desechado y cuya producción afecta la capa de ozono.
La diputada local Teresa Monroy sostuvo que de acuerdo con el INEGI en el país se consumen anualmente más de 13 mil millones de piezas de ese material, entre vasos, platos y placas que suman unas 350 mil toneladas de plástico que contamina el planeta y afecta la salud pública, por lo cual se debe restringir su uso y comercialización.
Entre los daños provocados por el unicel, advirtió, destaca que para fabricarlo se utilizan recursos no renovables como el petróleo y otros elementos tóxicos que causan contaminación, pero además, al quemarlo, producirlo e incluso romperlo expulsa gases clorofluorocarbonados que deterioran la capa de ozono y pueden ser cancerígenos.
Es por ello que el Unicel no es malo solamente para el ambiente, también repercute en la salud, ya que ingerir alimentos que estén almacenados en recipientes de este material pueden ser peligrosos, debido a que si se expone el envase a temperaturas altas libera dioxinas que penetran en alimentos y bebidas, las cuales al no poder ser ingeridas por el hígado se quedan almacenadas en el sistema digestivo”.
Ante eso consideró necesario establecer en el Código de la Biodiversidad del Estado de México que la Secretaría de Medio Ambiente otorgue incentivos a las personas físicas o jurídico colectivas, a través de programas y campañas que inhiban su uso.