Emilio M. Trinidad Zaldívar
Hoy nace un medio plural; surge de la oportunidad de permitir converger en la diversidad a distintos pensamientos, que sumados todos buscaremos acompañar a Diana Mancilla y a su espléndido grupo de colaboradores, en el intento por ofrecer un espacio al análisis, serio, reflexivo y crítico de lo que día con día sucede en el Estado de México y en el país entero.
Para ti Dianita y para todos los que te acompañen, deseo el mayor de los éxitos. Espero tengas siempre presente que el periodismo serio nos lleva a ser incómodos para los poderosos, cuando la pluma que se mueve, no tiene más compromiso que el que asume cuando se decide a ser portador de lo que ve, escucha y comprueba, en bien de la sociedad, y no por aquello que se calla porque le puede ser más redituable para el bolsillo. Nuestro trabajo no da muchos recursos, es cierto, pero sí muchas satisfacciones.
Suerte pues.
LA DISTORSIÓN DEL PODER NO DA PARA MÁS...
Un país como el nuestro, que con una enorme riqueza está sumido en la más escandalosa de sus pobrezas; que explota y lastima cotidianamente a lo más valioso que tiene que es su gente, que no ve mejora en sus ingresos, calidad de vida y condiciones; gente a la que le escupen e insultan todos los días por tanta arbitrariedad, abusos, corrupción, opacidad e impunidad en la conducta de sus gobernantes, que lo mismo priistas, panistas o perredistas, juegan a las vencidas por obtener posiciones políticas y hacerse del poder, sin más interés que el de acumular fortunas; esa gente tan olvidada, tan abandonada, no podrá quedarse más tiempo callada.
Esa gente habrá de manifestar su ira, su enojo, su frustración de una forma tal que le permita de una vez por todas cambiar el rumbo de una nación saqueada, dañada desde sus entrañas por la falta de ética, de liderazgo, de honestidad.
No habrá política pública que esté funcionado debidamente mientras los contrastes entre miserables, pobres y ricos, sean tan abismales y ofensivos.
Y mientras sigan paseando su impunidad por todo nuestro territorio personajes que en otros países estarían purgando condenas por sus escandalosas riquezas, no obtendremos los equilibrios que como sociedad requerimos para la convivencia en paz y armonía.
Parece que no se han dado cuenta muchos de los insensibles y torpes gobernantes, pero se está lacerando el tejido social y el orden público se está descomponiendo de forma muy acelerada, al azotar una y otra vez al sentido común de los mexicanos.
Por el bien de la República y para el alivio de una sociedad agraviada, Enrique Peña Nieto debe cambiar de rumbo y de colaboradores. Gerardo Ruiz Esparza es un lastre que le va a costar más caro. Ese hombre ya hizo una enorme fortuna desde hace casi doce años de dedicarse a las construcciones del Gobierno, sea en el Edomex o a nivel federal, y de él se dice lleva en las ganancias al propio presidente, a David López Gutiérrez y a varios más, que junto con Juan Armando Hinojosa, fueron beneficiados con
jugosas obras de las que obtuvieron tremendas y ofensivas riquezas.
Lo contrario sólo generará mayores odios y crispación política y social. Enrique Peña Nieto tiene todavía la oportunidad histórica de llevar su zigzagueante gobierno por mejor rumbo y salir por la puerta de enfrente. Esta sociedad, herida sociedad, no espera más de lo que la ley le obliga y juró cumplir. Aún tiene tiempo.