Toluca/Estado de México
La Unión Industrial del Estado de México (UNIDEM) ha expresado su rechazo a la propuesta estatal de la Legislatura local que busca implementar cuatro nuevos "impuestos ecológicos" dirigidos a las empresas. Según la UNIDEM, estos impuestos carecen de fundamentos que demuestren su efectividad en la reducción del impacto ambiental y parecen tener como único propósito la recaudación de fondos.
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El paquete fiscal para el año 2024 contempla reformas al Código Financiero del Estado de México e incluye tres nuevos impuestos que afectarían a las empresas locales. Estos gravámenes se relacionan con la emisión de contaminantes al agua, la disposición, confinamiento y almacenamiento de residuos, y la remediación ambiental en la extracción de materiales pétreos. Su entrada en vigencia está programada para el 1 de abril de 2024, representando un aumento del 289% en los ingresos por este concepto.
Francisco Cuevas Dobarganes, director de la UNIDEM, destacó que aunque estas propuestas suenan positivas en teoría, no existe evidencia de que el pago de estos impuestos realmente contribuirá a la reducción de la contaminación. En lugar de incentivar prácticas ambientales responsables, los impuestos parecen destinados únicamente a la recaudación, y muchas empresas terminan tramitando amparos para evitarlos.
Cuevas Dobarganes subrayó los esfuerzos significativos realizados por las empresas industriales en el Estado de México para reducir sus emisiones, especialmente en sectores textiles y químicos. Además, señaló que algunas industrias ya se han trasladado fuera de la entidad desde la década de los noventa debido a preocupaciones ambientales y regulaciones más estrictas.
Según un análisis de la Comisión Ambiental de la UNIDEM, estos impuestos carecen de beneficios demostrados y contravienen la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Esta situación, argumenta la UNIDEM, desincentivaría la inversión nacional y extranjera, especialmente en un momento en que las empresas consideran la reubicación debido al efecto del nearshoring.
En cuanto a los detalles específicos de los impuestos propuestos, Cuevas Dobarganes enfatizó un aumento desproporcionado del 132% en el impuesto a las emisiones a la atmósfera y destacó los impactos negativos en el manejo de residuos, contradiciendo los esfuerzos locales hacia una economía circular. Asimismo, señaló inconsistencias en la propuesta, como la aplicación de tarifas según normas de jurisdicción federal, que no serían apropiadas para entidades estatales y municipales.
La UNIDEM ha contactado a otras organizaciones empresariales para discutir la inviabilidad de estos impuestos y ha enviado una solicitud a la Gobernadora para revertir la propuesta. Además, insta a la Legislatura del Estado de México a no aprobar la iniciativa.
Francisco Cuevas concluyó que la implementación de estos nuevos impuestos afectaría a al menos cuatro mil empresas, generando un impacto negativo en el empleo y haciendo menos competitivas a las industrias mexiquenses. La UNIDEM aboga por una mayor supervisión sin recurrir a medidas que desincentiven la inversión y afecten la competitividad de las empresas locales.
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