Toluca/Estado de México
"¡Van para atrás!", repiten los uniformados en la escena de los hechos. Ya es la costumbre. Mientras menos se sepa lo que ocurre, es mejor. Pero el segundo cuerpo allí está, inerte y sarcásticamente dispuesto a las cámaras de la prensa y curiosos que pasan.
Rondan las 7:00 horas y es el momento de la mañana en que pasa más gente debajo del distribuidor vial Alfredo del Mazo en la zona conocida como "El PRI".
Sobre el asfalto, en uno de las arterias del gran distribuidor está un cuerpo con una cobija encimada y una almohada. Debajo un hombre de unos 55 años, atado de manos con una cadena que se sella de candado.
Sus agresores repararon en tiempo y hasta pusieron una bolsa en la cabeza a la que le dibujaron ojos, boca y nariz. Cómo máscara de lucha libre.
Es la realidad de la crudeza con que opera el crimen en la entidad.
"Si no eres prensa, no puedes grabar", repiten los policías en la escena.
"Por favor, tomen conciencia, no graben", pide una perito a la prensa. En realidad esa frase no para la violencia, ni disminuye el crimen en las calles. Pero ello lo pide "por favor".
"¡Pinche gente cabr..!", reprocha una mujer que no detiene su paso en el puente. Pero sus palabras dicen razones a cuestas.
Una hora después debajo del distribuidor ya hay un remolino de curiosos. Es imposible el esfuerzo que hacen los peritos por colocar su cinta amarilla y su manta acostumbrada para "hacerle casita" al cuerpo.
El morbo a hecho lo suyo.
En menos de una semana en Toluca hallaron dos cuerpos con señas de tortura y en vía pública.
Apenas el viernes 14 de junio debajo del puente de Paseo Tollocan e Isidro Fabela, otro cuerpo de un hombre fue hallado con signos de violencia.
Mientras que los registros periodísticos señalan en lo que va del año al menos 44 homicidios dolosos en la capital del Estado de México.