Toluca/Estado de México
Nadie está exento de sufrir un accidente de tránsito, aunque es necesario que si ocurre no huyas, pues eso permitirá disminuir la posibilidad de una pena.
Tanto en el artículo 103 del Reglamento de Tránsito de la entidad, como en el Código Penal mexiquense, además de la normatividad federal, se hace referencia a los accidentes de tránsito.
En México cada año suman más de 400 mil lesionados por accidentes viales, según datos del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes; en tanto que conforme al INEGI y sólo en el Estado de México al día hay casi 12 víctimas por accidentes de tránsito y al menos 6.6 por ciento termina en decesos.
Después de que ocurre un accidente, algunos deciden fugarse, sin pensar en el testimonio de los testigos, o la evidencia de algunas cámaras cercanas al incidente.
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No hay que perder de vista que transitar es un derecho constitucional de todas las personas, incluido en el artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Las consecuencias legales si muere esa persona, están muy claras: el homicidio se castiga con una pena de 3 a 12 años de prisión en el Estado de México, aunque la pena depende de las circunstancias en que hayan ocurrido los hechos.
Pero hay agravantes: cuando el conductor que atropelló a otro además manejaba bajo los efectos de alcohol o alguna droga; en esos casos, la pena puede aumentar.
El reglamento de tránsito refiere que todo automovilista debe tener un seguro de autos que cubra daños a terceros.
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En lo que respecta al Reglamento de Tránsito, en su artículo 104 se refiere que los conductores de vehículos y los peatones implicados en un accidente de tránsito, en el que resultaron personas lesionadas o fallecidas, si no resultan ellos mismos con lesiones que requieran intervención inmediata, deberán permanecer en el lugar del accidente, para prestar o facilitar la asistencia al lesionado o lesionados y procurar que se dé aviso al personal de auxilio y a la autoridad competente para que tome conocimiento de los hechos.
En el caso de personas fallecidas no se deberán mover los cuerpos hasta que la autoridad competente lo disponga igual que las medidas adecuadas.
