El director mexicano Guillermo del Toro obtuvo uno de los mayores reconocimientos de la industria cinematográfica: la placa con su nombre grabado en la Casa de los hermanos Lumiere, ubicada en la ciudad francesa de Lyon, lugar donde, no sólo nacieron los inventores del cinematógrafo, sino que también se rodó la primera escena del cine.
Del Toro agradeció en el idioma de la ciudad después de haberle sido concedida la placa, la cual se colocará junto a las otras 170 placas de cobre que fueron otorgadas a grandes cineastas y actores que dejaron huella en la historia del cine.
“Estoy muy feliz. Es muy bonito el recibimiento de Lyon que es la cuna del cine, es como ir a Belén, al nacimiento de algo hermoso, mágico, espiritual. El público es estupendo. Me siento entre amigos”, confesó el director tapatío a Radio Francia Internacional (RFI).