Un 7 de abril de l952, nació Armando Ramírez, escritor, cronista, periodista, narrador y dramaturgo mexicano reconocido por la difusión cultural de su barrio natal Tepito de la Ciudad de México. Fue guionista, reportero, conductor y realizador de series de televisión, jefe de información del programa “Hoy en la Cultura” de Canal Once y colaborador en medios como Unomásuno, Excélsior e Imevisión. Fue cofundador en 1974, del colectivo de arte contemporáneo “Tepito Arte Acá”.
Publicó más de 20 obras literarias entre cuentos, novelas y crónicas, algunas de ellas fueron llevadas al cine como Chin Chin el teporocho y La noche de califas (con el título Noche de califas: ¡Un macho nunca se abre!), Ratero, El rey de los taxistas, Me llaman la Chata Aguayo (con la que obtuvo el Premio Cabeza de Palenque por el guión cinematográfico de su novela).
Luego de su fallecimiento, el 10 de julio de 2019, la escritora Sara Sefchovich, escribió que la partida del escritor era “una pérdida irreparable” de la tradición oral de los barrios de México: “La crónica de Ramírez no es foto fija, sino película: una narrativa que empieza en un mundo feliz y termina en un mundo jodido”.
Su legado literario constituyó un parteaguas en la crónica-novela de los años setenta; algunos consideran que fue un discípulo de la “Literatura de la onda”, pero para el escritor y columnista Óscar Alarcón, el autor de Quinceañera (1987), impulsó particularmente la creatividad del barrio bravo de Tepito: “Nos hizo ver que ahí donde todos observaban un barrio sórdido, él veía varias escenas dignas de narrarse”.
El escritor tepiteño es considerado un autodidacta, solo cursó hasta el nivel de bachillerato en la Vocacional 7 del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Su prosa desfachatada y con errores ortográficos intencionalmente marcados, le valió para ser discriminado por algunos personajes del ámbito intelectual luego del éxito de su primera novela Chin Chin el teporocho (1971).
Miguel Ángel Quemain, ensayista y periodista cultural, quien lo entrevistó en varias ocasiones, ha destacado las influencias literarias de Armando Ramírez detrás de esos relatos acres y advenedizos que se plasmaron en obras como Crónica de los chorrocientos mil días del Barrio de Tepito (1973) y La noche de califas (1985). “Está cobijada por una estética de proscripción y bajo mundo, muy al estilo de los autores franceses Louis-Ferdinand Céline o Jean Genet, que el tepiteño conocía bien como el voraz lector que era”.
Alfonso Hernández, cronista y fundador del Centro de Estudios Tepiteños de la Ciudad de México, y quien creció en la misma manzana que el autor de Déjame (2019), lo describió como “un cronista urbano inmejorable por la frescura de sus entrevistas, por sus grandes hallazgos y por la posibilidad de dejar ver lugares y personajes que mucha gente ni se imaginaba".
Armando Ramírez es recordado como un gran enamorado de la vida, su ciudad y sus barrios.