Toluca/Estado de México
Leopoldo Flores realizó obras que forman parte de la vida cotidiana de mucha gente y no solo se quedaron en un caballete o exhiben en un museo, afirmó la hija del artista mexiquense, Deeni Flores Mondragón.
A través de las redes sociales del Museo Universitario “Leopoldo Flores” de la Universidad Autónoma del Estado de México, destacó que el también universitario trabajó hasta el último día de su vida, a pesar de que padecía una etapa muy avanzada de Parkinson.
En compañía de la directora de este recinto cultural de la UAEMex, Gabriela Morales San Juan, indicó que el tenancinguense tenía una gran fortaleza y conservó hasta el fin el ímpetu artístico que lo caracterizó desde la niñez, cuando empezó a dibujar.
Al dictar la conferencia en línea “Leopoldo Flores y su mundo”, con motivo del aniversario del natalicio del autor del Cosmovitral, abundó que su pasión por el arte comenzó desde la infancia, ya que creció rodeado de naturaleza.
Resaltó su fascinación por el Cerro de Coatepec, donde se encuentra actualmente la Ciudad Universitaria de la UAEM. “Paseaba con su padre por el lugar cuando todavía no había nada construido, así que desarrolló una relación muy cercana con las rocas que posteriormente lo llevaron a conceptualizar Aratmósfera”.
Subrayó que su padre estudió en la Ciudad de México, así como en Francia y España, para posteriormente compartir sus experiencias en Toluca, donde se propuso crear una escena artística contemporánea.
Finalmente, Deeni Flores invitó a conocer la obra de Leopoldo Flores, que se encuentra en diversos edificios públicos de la capital mexiquense, así como en oficinas gubernamentales y en la propia Universidad Autónoma del Estado de México.