Toluca
Con una sonrisa de oreja a oreja llena de nobleza y dulzura, el escritor colombiano, Gabriel García Márquez, o “Gabo” como lo llamaban sus seres cercanos, estaría festejando hoy su cumpleaños número 91.
Nacido en Aracataca, Colombia en 1927, Gabriel José de la Concordia García Márquez fue atraído por la escritura desde que tenía cinco años, gracias a su maestra Rosa Elena Fergusson quién le inculcó el hábito y disciplina de la escritura. Además el pequeño Gabriel García Márquez encontró una inspiración en aquella figura femenina para acudir al colegio pues no hay lugar ni edad para experimentar el primer amor.
A los 13 años consiguió una beca para el internado de Liceo Nacional de Zipaquirá en dónde tendría como maestro de literatura a Carlos Julio Calderón Hermida, calificándolo como “el profesor ideal” le dedicó una de sus primeras obras “La hojarasca”.
Procedente de una familia humilde, hermano mayor de 11 hijos, Márquez tenía la presión de sus padres de estudiar una carrera que les pudiera dar una mejor calidad de vida, pese a la insistencia de estudiar Derecho, el escritor, en ese entonces novato, decidió abandonar sus estudios para dedicarse al periodismo, el cual calificó como “el mejor oficio del mundo”.
Su escritura fue trascendiendo los géneros, pasando de la nota a la columna, de la columna a la crónica, de la crónica a la novela, hasta llegar a crear un nueva corriente literaria: el realismo mágico.
Aunque él siempre aclaró que antes de ser escritor y guionista siempre fue periodista, produjo grandes obras de talla internacional como “Cien años de Soledad”; “El amor en los tiempos del cólera”, una de las novelas románticas favoritas. Dentro de sus obras más destacadas están “El coronel no tiene quién le escriba”, “De amor y otras maldiciones”, “El otoño del patriarca”, Crónica de una muerte anunciada”, entre otras.
En 1982 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura sumándose así a la reducida lista de latinoamericanos con éste logro.
Sin importar la fama que fue adquiriendo, Gabriel García Márquez nunca dejo de ser bondadoso. En 1994 realizó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) a fin de promover y estimular la creación periodística de la lengua hispana. Así mismo fue impulsor de la Fundación del Nuevo Cine en La Habana en 1985.
“Vivir para contarla” es su última obra, una autobiografía en la que pueden descubrir secretos y referencias de su cotidianidad pero sobre todo entender que “La vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”.
Falleció el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México, dónde residía desde 1981, al recaer de cáncer linfático. Sin embargo dejo huella en la literatura universal, y conmovió a miles de personas con sus frases polifacéticas.
“Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor” (El amor en los tiempos del cólera, 1985).
