Ciudad de México
El Palacio de Bellas Artes recibió al Ballet Folclórico del Estado de México, que presentó el espectáculo “Corazón mexiquense. Las 5 etnias”, acompañado de la Orquesta Sinfónica Mexiquense (OSM).
El evento inició con la OSM y los “Sones de Mariachi”, de Blas Galindo; posteriormente el cuadro “La fiesta”, que narra una historia basada en el juego mexicano de la lotería, cantada por un pícaro indígena, Virginio, y la muerte vestida elegantemente de charro, que, por medio de cada una de las cartas, da pie a la presentación de danzas prehispánicas, bailes típicos de los diferentes estados de la República mexicana, hasta danza contemporánea y aérea, acompañados por mapping.
La leyenda de los volcanes, El Sol y la Luna y Xipe, dejaron ver la tradición prehispánica; después tocó el turno a los bailables de Yucatán, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, con su ya famoso zapateado junto con el “Danzón No. 2”, de Arturo Márquez, interpretado por la OSM.
Canciones típicas como La Iguana, Sandunga, Jarabe Tapatío, Son de la Negra, Cabeza de cochino y Zopilote, entre otras, se sintieron en el recinto, que también fue testigo de los vestuarios elaborados de manera artesanal que muestran la riqueza cultural de las distintas regiones del país.
Para cerrar la noche, el Estado de México tuvo un lugar especial en la presentación con las “Xilas de Temascalcingo”, compuesta por tres piezas: La bruja, Charros y Virginias (Chimalhuacán), espectáculo que mostró la riqueza natural con la que cuenta el estado con una coreografía dedicada a la mariposa monarca.
Le siguieron los bailes del sur mexiquense con La Loba y Las abejeñas, así como Zacazonapan, con toda la alegría de los carnavales.
Finalmente, la bandera de México ondeó al fondo y los vestidos verde, blanco y rojo salieron al escenario, junto con las notas de la OSM tocando el Huapango, de José Pablo Moncayo.