Uno de los autores más importantes de la literatura estadounidense de la segunda mitad del siglo XX, Philip Roth partió de este mundo a los 85 años de edad causa de una insuficiencia cardiaca.
Eterno candidato al premio Nobel de literatura, Roth publicó 31 obras a lo largo de su carrera. En 1959, a la edad 26 años, publicó su primera obra “Goodbye Columbus”, conjunto de cinco relatos y una novela de amor que le valió uno de los premios más prestigiosos de Estados Unidos, el “National Book Award”.
Diez años después “El lamento de Portnoy” (1969) lo lanzó al éxito con la tormentosa relación con el sexo del personaje Alexander Portnoy; ”Pastoral americana” (1997), “Me casé con un comunista” (1998) y “La mancha humana” (2000) son parte de sus escritos más conocidos.
Pese a que nunca conquistó el Nobel fue galardonado en más de una ocasión con el premio “National Book Awards”, “National Book Critics”, “Pen/Faulkner Awards”; entre otros premios destacados están un “Pullitzer”, un “Man Booker International” y un “Príncipe de Asturias de las Letras” con el cuál culminaría su trayectoria literaria al retirarse en 2012.
Con el lamentable fallecimiento de Roth desaparece el último de los gigantes de las letras estadounidenses del siglo pasado, junto con Saul Below (1915-2005), John Updike (1932-2009), Bernard Malamud (1914-1986) y Norman Mailer (1923-2007); todos ellos capaces de profundizar en las obsesiones de la cultura de su propia comunidad.
Roth nació el 19 de marzo de 1933 Newark (Nueva Jersey), hijo de un matrimonio de descendientes de emigrantes judíos de Europa del Este y criado en el barrio de clase media de Weequahic. Su descendencia judía lo encasillaría como un escritor judío-americano, lo cual le incomodaba bastante pues sentía que se le negaba una entera nacionalidad estadounidense.
The New Yorker recordó los temas de Roth: “La familia judía, el sexo, los ideales americanos, la traición de los ideales americanos, el fanatismo político y la identidad personal”.
Cuando optó por dejar el oficio, Philip Roth pegó un post-it en su ordenador que leía: "La lucha con la escritura ha terminado".
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