En conferencia de prensa desde Finlandia, el pianista y director de orquesta Olli Mustonen, asegura que sin la música del compositor ruso Sergei Prokofiev, él sería una persona distinta.
Aclamado por la crítica como el máximo exponente de la música de Prokofiev, Mustonen comenta que el compositor ruso ha sido parte importante de su vida personal y profesional.
“Fue muy en una etapa muy temprana de mi infancia, era apenas consciente, creo que mis padres también admiraban su música y recuerdo que tenían un LP con la primera sinfonía clásica de Prokofiev, que incluía la tercera sinfonía que es muy rara, basada en la ópera ‘Ángel de Fuego’, que es muy futurista. Al escucharlas, tan pronto fui capaz de tocar algo de su música para piano lo hice”, contó a los medios mexicanos desde Leponiemi, Finlandia.
Olli comenzó estudiando los trabajos que Prokofiev dedicó a sus hijos, que ahora son una tradición en la enseñanza del piano. Tiene grabados ya sus cinco conciertos para piano y orquesta. Ha dirigido sus sinfonías alrededor del mundo incluyendo en Moscú; ha tocado frente a los descendientes del compositor, su hijo y nieto, Oleg y Sergei Prokofiev junior; y ha cumplido con el descabellado, emocionante y original encargo de interpretar las nueve sonatas del músico ruso en un solo día.
Este mismo conjunto de obras será el que lo traiga, después de 20 años, por segunda vez a México y por primera a Guanajuato. En el Templo de la Valenciana, en el marco del 45 Festival Internacional Cervantino, ofrecerá dos recitales de piano solo.
El viernes 13 octubre comenzará el recorrido musical con las sonatas 4, 2, 9 y 6, y continuará el sábado 14 con las 5, 8, 1, 3 y 7, completando así, en tan sólo dos días, el ciclo completo.
“Su personalidad y forma de escribir está presente desde la primera sonata hasta la última y es realmente interesante, porque las obras recorren varios periodos de la historia: la Rusia zarista, la revolución y el estalinismo, todo contado musicalmente por la misma persona”.
Estos trabajos de Prokofiev son descritos por Mustonen como una autobiografía musical del compositor ruso, pues comienzan desde su juventud, en 1909 y continúa escribiéndolos hasta 1947, atravesando así varias etapas de su vida como el exilio en París y su época en Estados Unidos por los conflictos bélicos, así como su regreso a Rusia.
“Podemos decir que es un gran viaje que atraviesa la vida del compositor desde que era estudiante, cuando escribió la primera sonata a los 17 años, hasta la última sonata que refleja madurez y está llena de nostalgia por un mundo perdido después de la Segunda Guerra Mundial.
“Esta tragedia que se vivía en su país en los años de la guerra se percibe en sus sonatas 6, 7 y 8, llenas de oscuridad y tragedia, por eso son conocidas como las ‘sonatas de la guerra’, son largas y representan a todos los artistas jóvenes que atravesaron estos momentos y que como él tuvieron que huir de Rusia”.
Estos conciertos, inscritos en el eje temático Revolución rusa, se presentarán al 70 aniversario de haberse escrito la última de las sonatas de Prokofiev, y ante esta conmemoración Mustonen asegura que el público escuchará música vigente y absolutamente emotiva.
“Hay música compuesta hace dos días apenas y que ya está muerta, pero la gran música vive, no importa cuándo haya sido escrita. La música de Prokofiev la encuentro increíblemente fresca, es como aire fresco, es vibrante”.