“Pequeño paisaje contemporáneo”, obra de David Octavio Morales Soto, egresado de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de México, fue seleccionada en la primera Bienal Nacional de Pintura “Luis Nishizawa”, organizada por el gobierno del Estado de México.
A pesar de que el tema del certamen fue el paisaje, en la obra de Morales Soto predomina principalmente, el retrato de una mujer llorando, con un teléfono celular en la mano, en cuya pantalla se observa un paisaje: se trata de un árbol en medio de un llano, del que pende un hombre muerto colgado de una soga.
En entrevista, David Octavio detalló que el paisaje dentro del celular es un homenaje al pintor mexiquense José María Velasco, “uno de los creadores que más aprecio, que más reconozco y uno de los pintores con los que crecí, porque he vivido la mayor parte de mi vida en Toluca, así que lo reinterpreté, con referencias a lo que vivimos actualmente”.
Mi trabajo, abundó, se distingue del resto de las obras que conforman la Bienal, porque no es estandarizado o literal en cuanto al concepto de paisaje. Es un retrato y el paisaje está dentro del móvil y habla de la relación entre el humano y la tecnología, es decir, es un paisaje cotidiano y actual.
“Pequeño paisaje contemporáneo”, destacó, habla de la relación que tienen los humanos con la tecnología y es que en las nuevas generaciones existe una simbiosis entre los medios tecnológicos y las relaciones humanas. “Hay un desapego del hombre con el hombre y tenemos como intermediarios a los monitores. Ahora, en primera instancia, es necesario saber relacionarse con la tecnología para después llegar a un mundo real”.
El artista universitario enfatizó que en la actualidad, quien no se encuentra registrado en una red social es “como si no existiera y su obra refleja cómo los humanos se insertan en un aparato, para poder relacionarse con sus semejantes.
En el aspecto técnico, Morales Soto mencionó que su obra se inserta en el hiperrealismo, ya que representa más allá de la realidad; además “si observas la obra a una distancia de dos metros, como resultado de la textura incluida en los detalles, parece como si fuera una fotografía”.
David Octavio Morales Soto agradeció el apoyo que a lo largo de su carrera le ha brindado la Autónoma Mexiquense. “Me siento orgulloso de mi universidad, de la gente que me ha apoyado y de mí”, concluyó.
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