Toluca/Estado de México
La música fue parte fundamental de la vida virreinal y una tarea permanente en los conventos de monjas, manifestó la investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, Rosa María Camacho Quiroz.
Al dictar la conferencia “Sor Juana. La música en los conventos y en el contexto colonial”, en el marco del Coloquio Fête de la Musique, afirmó que parte de la obra de Juana de Asbaje estuvo dedicada a este arte; por ejemplo, la monja jerónima escribió loas donde los personajes principales fueron notas musicales.
La educación en este ámbito, sostuvo la especialista universitaria, fue crucial en la vida de las monjas, tanto así que se permitía la entrada de maestros a los conventos para dar lecciones de instrumentos.
Sin embargo, dijo, la actividad tuvo sus limitaciones, ya que no se les permitía estudiar a profundidad la teoría musical y la composición era materia exclusiva de hombres.
“Estudiando por su cuenta, Sor Juana rompió esta restricción. Aprendió por sí misma la ciencia musical, a través del libro El melopeo y maestro, de Pietro Cerone”.
Por otro lado, la académica universitaria refirió que en la cultura mexicana la música es esencial. “En la época prehispánica era el camino para que el hombre se relacionara con el mundo, mientras que en el periodo colonial fue instrumento de los frailes evangelizadores y en la sociedad virreinal fue parte de la formación de hombres y mujeres”.
Rosa María Camacho Quiroz indicó que los centros de actividad musical durante la Colonia fueron las catedrales, conventos, seminarios, colegios de formación religiosa y las misiones fundadas para la evangelización.
Detalló que los hombres estudiaron en las catedrales de las ciudades de México, Puebla y Guadalajara, para ser maestros de capilla, máxima autoridad musical de la época. Por su parte, las mujeres eran formadas en este ámbito para aumentar sus cualidades femeninas.