Temascaltepec/Estado de México
A partir del 27 de noviembre reabre uno de los tres santuarios de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, que se localizan en el Estado de México, es el de Piedra Herrada, ubicado en un ejido entre Temascaltepec y Valle de Bravo, en el que se puede vivir una de las experiencias más espirituales que la naturaleza llega a ofrecer.
En el que miles de alas doradas, amarillas y naranjas parecen tapizar el cielo sobrevolando los árboles de algodoncillo en donde depositarán sus huevecillos para después volver a los bosques entre Canadá y Estados Unidos.
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Se trata de un panorama de praderas verdes que se asemejan a los paisajes europeos y que parecen impostados, pues el entorno, si bien no es boscoso, no tiene la calma y tranquilidad que brinda el santuario.
A tan sólo una hora de Toluca se ubica San Mateo Almomoloa, un ejido de Temascaltepec donde los habitantes operan el lugar, ya que cuentan con espacios para venta de alimentos y desde mediados de noviembre habitantes de su comunidad como guías de turistas o para que renten caballos a los visitantes para llegar hasta el núcleo donde duermen las mariposas, pues son más de dos horas caminando hasta la cima.
Este insecto viaja desde Estados Unidos y Canadá hasta el territorio mexiquense y parte de Michoacán durante el invierno. Su arribo implica un viaje de 4 mil kilómetros durante 33 días y a finales de marzo, durante su madurez, emprenden el viaje de regreso, cuando de nueva cuenta vuelan 4 mil kilómetros hasta Canadá.
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Este paraje recibe presupuesto y atención de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), de las secretarías de Turismo y de Medio Ambiente estatales, ayuntamientos, además de organizaciones internacionales que dan seguimiento al insecto, pues en algún tiempo estuvo en peligro.
Los ejidatarios se encargan del mantenimiento porque el lugar es pulcro, el pasto se mantiene verde, en época de lluvias cultivan hongos y en seca contratan a quien retire la yerba. Las actividades permitidas son de bajo impacto ambiental: filmaciones, fotografías, investigación científica, monitoreo ambiental o la restauración de los ecosistemas.
Hasta Piedra Herrada cada año llegan entre 22 mil y 36 mil turistas, la mayoría norteamericanos, japoneses, europeos, y casi todos, relatan, la fascinación de lograr la cercanía con un insecto tan preciado.
Este año será diferente, después de dos años de pandemia solo se permitirá el 70 por ciento de aforo en la visitación, en comparación a otros años, y se tendrán que acatar todas las medidas y protocolos sanitarios para beneficio tanto propio como de la mariposa la cual es muy sensible a los químicos de los aerosoles.