Curiosamente… La ciencia dice que las ondas de calor influyen en el organismo alterando los biorritmos, siendo la calidad del sueño uno de los aspectos que más se resiente. La OMS confirma que 20 por ciento de la población sufre de forma transitoria dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormido. El sueño en condiciones de calor suele ser menos reparador.
Expertos de la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco han recabado información científica para responder a las preguntas de cómo el calor afecta al sueño y cuáles son la precauciones a tener en cuenta.
Según el Dr. Alejandro Guille-Riquelme, de la UGR-Grupo Lo Monaco, afirma que “con altas temperaturas en general se duerme mejor que con frío, e incluso más rápido que con una temperatura moderada. No obstante, las altas temperaturas durante la noche alteran los ritmos circadianos del cuerpo y aumentan la vigilancia durante el sueño, favoreciendo un sueño más superficial.”