Toluca/Estado de México
La raquetbolista mexicana, Paola Longoria, ha sabido lidiar con la presión en diversos momentos de su carrera e incluso dejó de disfrutar el deporte, pero hoy se encuentra con la motivación de ser la número uno del mundo ante una pandemia que se vive a nivel internacional y nunca pensó que se fuera a extender tanto.
"La verdad nunca pensé que se fuera extender tanto y el no poder salir de casa te programas para realizar tus actividades en el hogar, pues creo que sí extrañamos nuestro estilo de vida, pero a final de cuentas lo más importante siempre será la salud", explicó Longoria López.
En espera de que se supere la situación del Covid-19, la cual obligó a la cancelación de “La Batalla del Álamo”, penúltimo torneo de la temporada 2019-20 del Ladies Professional Racquetball Tour (LPRT), la potosina espera regresar a la cancha en el mes de agosto.
"Tuvimos dos torneos que se suspendieron el de Kansas y San Antonio, como tú sabes en Estados Unidos es uno de los países que ha pegado bastante fuerte la pandemia y por seguridad se pospusieron, pero si todo salen bien, nosotros iniciamos temporada la segunda semana de agosto y arrancamos con el Torneo de Kansas", comentó la número del mundo.
Por el momento se ejercita en casa y disfruta a su familia ante la época del Coronavirus, Paola Longoria, también habló que continúa trabajando a doble sesión en casa y recordó un momento complicado en su carrera, en el cual dejó de disfrutar el juego, cuando ligó una racha de 152 juegos sin perder.
“Estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera deportiva, (pero) me tocó vivir con la presión de un invicto que duró tres años y ocho meses, dejé de disfrutarlo, era solo un número, hoy lo disfruto tanto, me apasiona, es lo que más extraño (jugar)”, apuntó.
Ese no fue el único momento complicado de su carrera, pues recuerda que en sus inicios le faltó el apoyo y ya como la mejor del orbe muchas en el circuito estaban en contra de ella deportivamente, algo que le sirvió de motivación para destacar y ser la mejor del mundo.
“Se siente un gran orgullo y satisfacción, pero es un enorme reto y compromiso de seguir poniendo a México en lo más alto, es una presión estar en la cima del ranking, pero una motivación, trabajo con mi psicólogo deportivo, Magaly Cerón, quien me ayuda en ese aspecto de verlo más como motivación”, añadió.
Dejó en claro que es un orgullo “gritarle al mundo que es mexicana la número uno”, algo que le costó mucho trabajo lograr, agradecida con lo que le ha tocado vivir y todavía con los nervios de no saber qué pasará cuando pisa una cancha.