Toluca/Estado de México
Con casi 20 años de carrera en el Squash, la mexiquense Samantha Terán consiguió ganar varios títulos en su deporte; Juegos Centroamericanos, Panamericanos, sólo faltó los Juegos Olímpicos, pero su disciplina no fue considerada olímpica. Además, fue ganadora del Premio Nacional de Deportes 2018 al mérito deportivo, entre otros logros.
La jugadora recordó cuáles fueron los momentos más difíciles que vivió durante su carrera. "Los inicios siendo la primera mexicana en ingresar al tour. Hace 23 años el deporte no tenía el apoyo que tuve en los últimos años de mi carrera y entendí que la única manera de sobresalir y si quería dar resultados, tenía que irme de México, pero en ese entonces estaba muy chica y me fui; y entrar a esa élite del squash mundial fue lo más difícil porque es muy cerrado; están todas las inglesas juntas, todas las egipcias juntas, todas las neozelandesas juntas, las asiáticas y llegó una mexicana, pero después te vas abriendo camino".
Añadió que ella siempre estuvo enfocada al squash, "yo sabía que me iba a dar todo, porque el deporte te abre muchas puertas entonces ahí hay que tener las prioridades bien claras porque es muy fácil desviarte en el camino y yo siempre tuve bien claro que, aunque se me abrieran mil puertas, lo que me daba era el squash".
Reconoció que no podía distraerse ni un día, pero sabía que iba a llegar un momento en el que iba a poder compartir todos los triunfos. "Entonces, al final mi teoría tuvo resultado: todo lo que le des al deporte, te lo va a regresar multiplicado por 20, pero todo tiene un tiempo".
Samantha Terán fue la mejor jugadora de squash en la historia de México: su currículum dice que durante muchos años se mantuvo entre las mejores 11 exponentes del mundo; que en 2012 llegó a las semifinales de un Campeonato Mundial y que, con el bronce que sumó en Perú llego a 12 medallas en Juegos Panamericanos.
Además, logró 15 medallas de oro en Centroamericanos, 17 títulos profesionales WSA y bronce en el campeonato mundial de Holanda; fue seis veces campeona panamericana de squash, tricampeona en juegos Panamericanos Guadalajara (2011) y campeona nacional de squash de 1998 a 2018.
Sin embargo, los Juegos Panamericanos 2019 marcarían su adiós, el cual nunca quiso que llegara, porque era difícil encontrar el final para una buena historia en el que se despidiera.
Compartió el momento especial y curioso porque nunca pensó en recibir ovaciones del público en su adiós de las canchas; "termina la semifinal en la que el equipo de México pierde contra Estados Unidos, salgo de la cancha y saludé a mis padres que se encontraban en la tribuna. Entonces ocurre un acto fuera del protocolo: el anunciador pide silencio para decir que 'Hoy se despide una gran jugadora que nos ha acompañado durante muchos años en el squash'. Me sentí agradecida, emocionada y con ganas de decir seguiré jugando, fue algo muy especial, el recibir los aplausos de toda la gente ante un estadio totalmente lleno", concluyó.
