Toluca/Estado de México
El rugby es una familia, así lo demuestran las hermanas Sámara y Zoé Tuyú Salcedo de manera literal, dos mujeres que recibieron de sus padres el amor por este deporte y a su vez tuvieron la oportunidad de conocer otros lugares a través del juego.
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Ellas jugaron partidos en diferentes categorías con la selección nacional de nuestro país y así entendieron al rugby como herramienta de transformación. Recientemente, jugaron la categoría más alta que tiene el rugby, que es 15 jugadoras por equipo en el Campeonato Mundial de Sevens y los Juegos Centroamericanos.
Además, han compartido sus habilidades y experiencias con jugadores y equipos de México y otras partes de nuestro país lo que les permite no solo disfrutar como hermanas, sino conocer a otras personas.
Las hermanas Tuyú Salcedo vienen de una familia donde han practicado el rugby desde chiquitas. Tuvieron la cultura del deporte con la experiencia internacional de Zoé donde adquirió conocimientos de los mejores jugadores del mundo, mismos que comparte con su hermana mayor, es así como buscan elevar el nivel de rugby en nuestro país.
Sámara juega la posición de pilar derecho en la primera línea de ataque y Zoé funge como apertura (fly half) y medio scrum, repartiendo el juego en el equipo. Sámara, quien es la mayor, compartió una situación curiosa cuando coincidieron por primera vez una cancha de juego:
"Una anécdota chistosa que recuerdo fue recién cuando empezamos a jugar juntas, una jugadora del otro equipo tacleó de una manera ilegal a Zoé, y mi reacción fue correr rápido para tumbar a la chava y la aplaste fue una anécdota donde se demuestra el amor de hermanas dentro de un deporte que compartimos", explicó Sámara.
Añadió que cumplieron su sueño:
"Desde que empezamos a entrenar rugby siempre quise representar a mi país y Zoé tenía las mismas ganas. Dije 'ojalá se dé la oportunidad de estar juntas en el campo' y que se haya hecho realidad nos dio mucha alegría y ojalá que pasen muchos años más en la selección".
Ambas reconocieron que gracias al Rugby han madurado como personas:
"Zoé juega en Estados Unidos y ahora que tuvimos la oportunidad de viajar juntas a Jamaica pude disfrutar el tiempo con mi hermana".
Zoé comentó sobre su hermana:
"Es mi compañera, mi única hermana, compartimos los mismos juguetes, ahora compartir el mismo sueño es indescriptible, tal vez nuestras vidas pudieron ser diferentes pero seguimos con el sueño de compartir el balón en la cancha y eso llena mi corazón".
En la actualidad, las jugadoras son dos referentes del rugby mexicano y ahora que están en selección mexicana aprovechan las concentraciones para reír, llorar, pelear y respetarse fuera y dentro de la cancha.
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