Toluca/Estado de México
Uno de los réferis más cotizados en la actualidad en la lucha libre a nivel mundial es, sin duda, Piero el Internacional, quien platicó con DigitalMex sobre su historia de vida y jamás pensó ser réferi de lucha libre, pues él solo era un simple aficionado y sus ídolos eran El Solitario y Santo.
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La charla inició con Vicente Ernesto Infante Pacheco, mejor conocido como Piero Internacional, quien de niño acudía a las funciones de lucha libre en su ciudad natal, Tamaulipas, y nunca imaginó que él se convertiría en réferi:
"Quiero compartirte algo que no he dicho en algunas entrevistas. Piero el Internacional nace hace 22 años dentro de la empresa Triple A. Piero es un aficionado que tiene 55 años de edad y 45 años como aficionado de la lucha libre.
"Yo me inicié como aficionado gracias al encuentro de damas. Me acuerdo que fue en 1978, ese año me enamoré de la lucha libre femenil con el enfrentamiento entre Irma González, Oyuki contra India Sioux y la Briosa.
"Posteriormente, para entrar a Triple A, ven otras compañeras que no hay un réferi y dicen: 'Suban a Piero, porque Piero sabe contar 1, 2 y 3'. Me subo al ring a los 15 años gracias a la señora Irma González, toda una institución en la lucha libre mexicana femenil. Gracias a ella es como me introdujo a este mundo.
"Con ella viví mi primera lucha, Irma González e Irma Aguilar se enfrentaron a Martha Villalobos y La Mujer Salvaje. Yo subí porque la señora quiso, pero mi intención no era ser réferi.
"El tiempo pasó y logré terminar mi carrera en gastronomía. En el 2000 sucede algo parecido en Ciudad Madero, Tamaulipas. En esa ocasión luchaban Pantera Sureña, La Diabólica, contra Esther Molina y Lady Metal.
"La historia se vuelve a repetir quince días después. Vuelven a venir y ellas me comentan: '¿Qué crees que hoy sí tenemos réferi pero el promotor quiere que vuelvas a subir?' Y ahí es donde me jala Antonio Peña para la Triple A con el evento de Guerra de Titanes en Ciudad Madero.
"Más adelante me buscan en diciembre del 2001 para un evento de televisión. Fue mi debut en la empresa. Yo me dije o me quedo en la lucha libre o me regreso a mi trabajo en los barcos de cocinero donde anduve por muchos países y me iba muy bien económicamente en los cruceros por todo el mundo.
"En junio del 2009 es cuando me consagro como réferi con el enfrentamiento por el Megacampeonato en Triplemanía XVII entre el monarca El Mesías y el retador Doctor Wagner. Saliendo airoso el galeno del mal. En el Palacio de los Deportes, una contienda de 56 minutos y no paraba. Yo contaba y contaba, estaban agotados los luchadores y estaba agotado yo. Fue una lucha muy difícil porque se dieron y la gente ovacionándolos. Ahí fue mi consagración porque me nombraron el Réferi del Año".
Así es como el niño que disfrutaba de las luchas jamás imaginó que con el tiempo se codearía con las principales estrellas del pancracio, impartiendo justicia como uno de los réferis estelares de la lucha libre por mera casualidad.
