Toluca/Estado de México
La silbante mexicana Katia Itzel García Mendoza nació el 1 de septiembre de 1992 y es originaria de la Ciudad de México. Jugó fútbol en cancha y se enganchó al deporte durante su etapa en preparatoria. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria número 6, en Coyoacán, y se graduó en la carrera de administración pública en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además, complementó su formación con una segunda carrera en derecho.
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Durante su etapa como universitaria, comenzó a considerar el arbitraje, pues su intención era seguir formando parte del fútbol.
“Inicié como futbolista porque siempre me ha gustado el fútbol, pero llegó un momento en el cual no podía seguir porque no existía la liga profesional femenil. El único lugar en el cual podías jugar fútbol a buen nivel era en la universidad. Así que, al terminar la carrera, el fútbol se convirtió en un hobby, pero yo quería seguir dentro del deporte. Me puse a investigar y encontré la ENA (Escuela Nacional de Árbitros), y en cuanto inicié, el arbitraje me atrapó. Hasta el momento, no quiero hacer otra cosa que no sea el arbitraje”, explicó Itzel García.
Ella comenzó su carrera como silbante profesional en el torneo de Nuevos Talentos de la Segunda División en 2016. Tres años después, consiguió el gafete FIFA, con el cual ha cumplido varios sueños, como estar en una Copa del Mundo y en los Juegos Olímpicos.
Itzel dirigió partidos en el Mundial Femenil Sub-20, en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, y luego fue una de las principales árbitras en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Su debut en la Liga MX Femenil no solo enriquece su currículum, sino que también abre puertas para que más árbitras puedan trabajar en la Liga MX varonil, evitando que tengan que esperar otros 20 años y contribuyendo a cambiar percepciones y derribar tabúes.
“Hay dos retos principales a los cuales me he enfrentado. El primero es la cuestión física, en la cual tienes que estar al mismo nivel o incluso por encima que un hombre. Y el segundo es que estamos en una sociedad que aún no está preparada para ver a una mujer arbitrar un encuentro de fútbol varonil”, finalizó.
