Toluca / Estado de México
En el Estado de México no hay avances en el acceso a la justicia para las mujeres víctimas del delito, para las víctimas indirectas de feminicidio o delitos sexuales y tampoco un adecuado tratamiento de los procesos judiciales y denuncias ante la Fiscalía General de Justicia y el Tribunal Superior de Justicia mexiquenses, coincidieron las voces de especialistas en materia de género y activistas, así como madres buscadoras.
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Las entrevistadas, todas involucradas en el movimiento 8M, dijeron que hay un sesgo “grave” porque en la entidad hace falta exigir a los jueces -hombres y mujeres- que juzguen con perspectiva de género, así también a los involucrados en una denuncia ante el Ministerio Público, pues si bien tras cuatro años de movimiento, hay más víctimas acudiendo con las autoridades, el tratamiento es injusto.
Patricia Míreles, maestra en Género y Politóloga, explicó que si bien como un avance en la entidad se observa a mujeres jóvenes más informadas y libres para denunciar delitos y violencia.
“En el momento del proceso, es primero engorroso, con total falta de sensibilidad y conocimiento para atender a las víctimas y ya cuando por fin avanzó, un juez tiene en sus manos la resolución para brindar justicia restaurativa o la procuración de la justicia, no hay perspectiva de género para que se haga”.
Paola Carrillo, maestra de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) indicó que sí ha habido un avance en cuanto al acceso a la justicia, la denuncia, uno de los objetivos principales de los movimientos sociales como es la marcha del 8 de Marzo, que cada vez tiene más presencia y fortaleza, obligando a las autoridades mirar la violencia e injusticias en la entidad.
“Me parece que el movimiento ha ido creciendo, que permite una mayor visibilidad a las diferentes violencias contra las mujeres, tanto en el hogar como en cuestiones laborales, el acoso callejero, es algo que se ha ido visibilizando cada vez más”, apuntó.
Sin embargo, no se han consolidado aspectos y hay tareas pendientes como la aplicación de la justicia, tarea que de a poco las instituciones tendrán que ir afinando.
En su caso, la doctora Natalia Ixchel Vázquez González, señaló que las movilizaciones permiten poner en la agenda pública las desigualdades y las violencias de las que son víctima las mujeres, el movimiento ha dejado establecido que la mujer es víctima de las distintas violencias y desigualdades.
“El 8M es un movimiento que ha interpelado de manera directa a los distintos gobiernos estatales, federales y municipales, a organizaciones que trabajan con los derechos humanos, a las instituciones públicas, sobre las cuestiones que nos vienen aquejando desde hace mucho a las miles de mujeres violadas, torturadas, golpeadas por familiares o desconocidos y ha puesto ello en la escena pública”
Lo que falta dijo, es plantear la transversalidad de género en muchas de las instituciones que permitan tener más igualdad y movilidad en los espacios públicos, trabajar desde el pedacito institucional y cultura para fomentar una cultura de la igualdad y equidad de las mujeres.
Finalmente, Gabriela Alejandra López Miranda, cofundadora del círculo feminista Alimaíde Foppa comentó que en términos de la lucha contra la violencia hacia las mujeres y las niñas se han dado pasos importantes hacia adelante, lo que no ha sido una concesión de gobierno o de su buena voluntad sino de la lucha de las mujeres en la calle y en espacios como la academia, la legislatura, la casa y en espacios como el mercado laboral.
“Si hoy tenemos leyes, como la de acceso a las mujeres a una vida libre violencia o mecanismos como las aletas de la violencia de género en este estado, uno de los más feminicidas del país, es gracias a la lucha de las mujeres en todos los espacios”
Sin embargo, falta mucho por hacer, la entidad es uno de los más feminicidas del país, hay enormes deudas del estado, la legislatura, las instituciones con el movimiento feminista, como la interrupción legal del embarazo y las autoridades han hecho caso omiso a la demanda.
Así como, el acceso a la justicia porque las víctimas indirectas del delito de feminicidio y las víctimas de violencia enfrentan la indolencia por asuntos de problemas técnicos, básicos, de capacitación.
“Articular una lucha, construir redes más amplias, que las marchas sean cada vez más multitudinaria, demuestra que las mujeres seguimos articulándonos por causas en común”, dijo.
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