Valle de Bravo/Estado de México
La pandemia por coronavirus (COVID-19) ha puesto en evidencia la difícil situación económica que miles de familias enfrentan ante la falta de apoyos y acciones para rescatar las diferentes fuentes de empleo de ese turístico municipio del sur.
Mariela Camacho Benítez, secretarial general de la cooperativa Zihuaqui en ese municipio, comento que los más de 70 miembros que conforman esa cooperativa que brindando servicio en el lago de Valle de Bravo, han visto reducido su trabajo hasta en un 70 por ciento por la pandemia.
Informaron que sus actividades fueron canceladas desde el 18 de mayo del presente año a causa del mortal virus hasta el 20 de julio, acción que daño fuertemente sus ingresos y de todos los comerciantes.
Señalando que, en suma, a esto, a partir de ese mes cuando se reabrieron las actividades en el lago, se decidió reducir el número de usuarios por lancha, acción que volvió a dañar la economía de los visitantes al tener que pasar de diez personas por lancha, a solo cuatro, obligando a los visitantes a pagar dos lanchas para no desobedecer las medidas sanitarias de la sana distancia.
Detallaron que un paseo en lancha de motor por una hora costaba mil 200 pesos, y ante la falta de clientela, decidieron bajar su costo en mil pesos con la finalidad de atraer más turismo y contar con más visitantes.
Argumentaron que pese a estos limitantes han tratado de seguir trabajando ofreciendo un servicio cada vez más profesional, amable y atento con los visitantes a fin de que se lleven una buena impresión y recomienden los servicios y atractivos que tiene ahora Valle de Bravo.
Aseguraron que las medidas sanitarias se atienden de forma muy celosa, ya que en caso de que surgiera otro brote y con esto el cierre nuevamente del lago, sería la pérdida total de muchas familias que viven del turismo, “ya que otro lapso de tiempo sin trabajar sería muy difícil soportarlo”. Coincidieron.
Mencionaron que, pese a estos limitantes, los lancheros tienen que realizar los pagos de derechos de navegación, certificado, seguro de viajero, libreta de mar (licencia), entre otros, y algunos de estos buen pudieran ser condonados por esta ocasión.
Pese al mal tiempo, dijeron ver con optimismo la próxima temporada con la llegada de la mariposa Monarca que empieza en el mes de noviembre y termina en el mes de marzo, esperando se anivele la afluencia turística.
