Otumba/Estado de México
El rostro de un extraterrestre, con ojos grandes y antenas, está plasmado en los Arcos del Padre Tembleque, cuyo acueducto fue construido en la época de la Colonia para llevar agua desde el estado de Hidalgo al municipio mexiquense de Otumba.
Así lo señalan los visitantes de la obra hidráulica más importante de esta región del Estado de México, quienes creen que los constructores solo pudieron plasmar la imagen alienígena que observaron en aquél entonces.
A lo largo de toda la obra hay por lo menos 20 glifos realizados por otomíes y nahuas en algunas partes de los arcos, cuya imponente estructura estuvo a cargo del fraile franciscano Fray Francisco Tembleque.
Algunas de las figuras corresponden a círculos, cruces o rayos que podrían representar las creencias de los indígenas que adoraban a los elementos de la naturaleza.
Otros tienen la forma de V, con una especie de anillo que la rodea, mismas que representaban a Quetzalcóatl, como dios del viento, mientras que otros, suponen la representación de la luna en sus diferentes fases.
La investigadora Carmen Lorenzo Monterrubio negó que el rostro se trate de un ser de otro mundo, sino que es la representación simple de una cara humana.
Otras versiones señalan que es la representación del mundo (el círculo) y la cosmovisión de hombres y mujeres (círculos centrales), sobre la tierra (el rectángulo que parece boca), y la unión de la tierra con el sol y la luna (lo que asemeja a antenas).
Los Arcos del Padre Tembleque fueron construidos en 17 años por más de 400 indígenas, entre los años que van de 1545 a 1563.