Toluca/Estado deMéxico .
Durante el mes de octubre y los primeros días de noviembre, México se prepara para recibir a los fieles difuntos durante los días 1 y 2 de noviembre, dando vida a una festividad nacional muy colorida y rica en tradición: el "Día de Muertos”.
#Video: Comienza Feria y Festival Internacional Cultural Alfeñique 2023 en #Toluca
Esta festividad tiene profundas raíces prehispánicas, ya que las antigüas culturas indígenas celebraban el regreso de sus familiares y seres queridos difuntos. Desde su cosmovisión, se percibe esta celebración como una transición de lo efímero a lo eterno. Se cree que, al morir, los individuos pasan al Mictlán, donde serán recibidos por el dios Mictlantecuhtli y la diosa Mictecacíhuatl.
En el plano terrestre, los mexicanos se envuelven en una celebración que transforma la tristeza y nostalgia en una fiesta llena de colorido y alegría. Esta celebración se expresa a través de diversos eventos culturales: música, baile, teatro, cine, literatura, además de la comida; sin olvidar lo más simbólico: la colocación de un altar como ofrenda.
Los elementos de este altar pueden variar según las regiones del país, pero en general, incluyen elementos como la flor de cempasúchil, para guiar el camino; el papel picado, que anuncia la llegada de los difuntos a través del viento; las veladoras, que iluminan el camino; copal para ahuyentar a los malos espíritus, sal, para evitar que el alma se corrompa; fotografías de los seres queridos a quienes se dedica la ofrenda, agua, para mitigar la sed después del largo camino; alimentos que solían gustar a los fallecidos y, finalmente, calaveras de azúcar, amaranto, alfeñique y más recientemente, de chocolate, para decorar y recordar que la vida y la muerte son partes fundamentales de la naturaleza.
En la ciudad de Toluca, la festividad tiene una característica distintiva: creación y venta de dulces de alfeñique, que se lleva a cabo en la "Feria del Alfeñique". Esta feria tiene sus orígenes en el siglo XVII, cuando el artesano Francisco de la Rosa solicitó a la Corona Española el permiso para comercializar alfeñique en su taller, ubicado en lo que hoy es la calle Independencia.
Con el tiempo, más artesanos se unieron y comenzaron a vender estos dulces en las inmediaciones del antiguo Mercado Hidalgo, que hoy es el Cosmovitral. Eventualmente, en la década de los cincuenta, se les otorgaron espacios estructurados de metal para colocar sus puestos. Actualmente se instalan año tras año, durante el mes de octubre, para comercializar diversos dulces y productos relacionados con la festividad como ofrendas y artesanías.
El dulce de alfeñique es un producto que fusiona las tradiciones indígenas con la influencia del cristianismo español. Se elabora en forma de corderos, gallinas, cerditos y cruces, utilizando ingredientes como clara de huevo, azúcar refinada, jugo de limón y colorante vegetal. El proceso de elaboración implica la mezcla de azúcar, jugo de limón y clara de huevo en un cazo de cobre hasta obtener una masa. Posteriormente, esta masa se vierte en moldes que representan las figuras elegidas, se unen y se dejan secar. Eventualmente, se agregarán porciones separadas de colorante vegetal a la masa para agregar detalles coloridos.
A pesar que el dulce de alfeñique es un distintivo de la ‘Feria del Alfeñique’, en las últimas décadas, los artesanos han disminuido su producción debido a los altos costos de la materia prima. Algunos, han optado por el chocolate, que resulta ser un ingrediente más rentable. Esta decisión está ocasionado la pérdida de protagonismo del dulce de alfeñique. Por esta razón, se recomienda consumirlo en vísperas del Día de Muertos para preservar esta dulce tradición.
A lo largo del tiempo, la tradición de elaborar y vender alfeñiques en Toluca se ha mantenido y ha evolucionado, convirtiéndose en un evento importante que atrae a miles de visitantes de diferentes lugares.