Toluca/Estado de México
La representación del viacrucis fomenta la recuperación de la armonía entre la población, especialmente en los cinco Barrios Tradicionales, considerados de las zonas más delictivas e inseguras en Toluca; Jesús y María, serán representados por Juan Pablo Velázquez Gutiérrez y Mónica Morán Sánchez, son dos jóvenes que desde sus primeros años de vida se ilusionaron con interpretar estos personajes.
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Movidos por el mensaje que Jesús y María llevan a la gente, siempre soñaron con pacificar su comunidad. Ambos forman parte del Grupo Parroquial de Semana Santa, Santa Bárbara, que abarca las delegaciones que conforman los mencionados barrios que son: El Cóporo, Santa Bárbara, La Unión, La Retama y San Miguel.
De acuerdo con el Padre Óscar Flores Sánchez, esta representación que cumple 48 años es la única que se realiza en las calles del primer cuadro de la ciudad, por ello es también la que más público reúne y el mensaje que buscan entregar este año es la armonía “para que la comunidad florezca”.
Comentó que es una oportunidad más para vivir una experiencia que calificó como maravillosa.
“Estos días son maravillosos, lo bonito, lo central de nuestra fe, la Pasión, Muerte y Resurrección, pero comienza desde la entrada triunfal, inicia el Domingo de Ramos hasta la Pascua”.
Dijo que el Viacrucis logra la unión entre los vecinos y el encuentro con dios, es la forma de ver a una gran comunidad, siempre en hermandad.
“Gracias a dios y creo que a estos encuentros, se ha ido minimizando la imagen de conflictiva que tenía la comunidad de los Barrios Tradicionales”.
Hasta el centro de Toluca llega gente de Almoloya de Juárez, de Metepec, Zinacantepec y otros municipios del Valle de Toluca que disfruta la representación por el esfuerzo y el trabajo que significa.
Juan Pablo Velázquez Gutiérrez, tiene 25 años, será Jesús de Nazareth, tiene 15 años dentro de la agrupación, comenzó a los 10 con su integración en el grupo. Su participación implica mucho amor y responsabilidad, dijo, pues deben prepararse física y mentalmente para alcanzar a comprender el mensaje y llevar a la gente el testimonio de los que “Jesús hizo por nosotros y que la gente conozca la misión que tuvo con nosotros. Que los jóvenes y los niños sepan que exigimos mucho y debemos dar igual”.
Reconoció que lograr ascender en la organización conllevó un gran esfuerzo, significa para él mucho amor y responsabilidad, atravesar todo lo que enfrentó Jesús, el camino al cerro y llevar el testimonio a la gente es un gran reto, comentó.
Se preparó por meses, hizo ejercicio, se concentró para convertirse en un ejemplo y recuperar feligreses que se han alejado de la iglesia.
Mónica Morán tiene 17 años, ella representará a María, que en su opinión se caracteriza por el amor, tan incondicional que no expresa nada más que la entrega hacia su hijo.
“No es difícil, más bien creo que con el amor a Dios y tenerle respeto es lo que permite que logremos dar todo durante la representación”, añadió.
Ella se enteró en febrero que tendría este papel y a ideario ensayaron, por más de cinco horas diarias, además procuró acudir a la iglesia, confesarse, cuidar su corazón y ayudar al prójimo como parte del comportamiento que le permita mantener este papel.
“Soy originaria del barrio de Santa Bárbara y cada año participamos. Mi familia me dice que debo estar muy orgullosa porque es un papel muy bonito”.
Julio César Flores es Anás, el peor enemigo de Cristo, lleva 16 años participando y su año 13 como el personaje, que dijo lo representa pues se identifica con los claroscuros que tiene la personalidad del mismo.
Señaló que a diferencia de otros años, en este se han sumado muchos jóvenes a la representación, lo que brinda nueva esperanza y la fe en que la agrupación está llamando la atención y logra una tendencia para renovar a quienes llevan años en ella.
“Los jóvenes que llegaron este año han mostrado interés en mi personaje, pero el de todos porque quieren conocer cómo es que se representa y yo estoy muy abierto a enseñar lo que en su lamentó a mí me enseñaron”, destacó.
