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Más de 100 vecinos de distintas comunidades de este y los municipios de Temascalapa y Axapusco tomaron una mina ubicada en “Cerro Gordo”, montículo de donde se extrae material pétreo para las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), en protesta por la devastación ecológica del lugar y porque la empresa que explota el banco no cuenta con los permisos correspondientes por parte de las autoridades.
Desde anoche, los inconformes bloquearon los cinco caminos que conducen a la mina, ubicada en los límites de las citadas demarcaciones sobre una extensión de 183 hectáreas, de las cuales siete ya han sido saqueadas por el presunto propietario, de nombre Gumer Miguel Santiago.
De acuerdo con lo expuesto por Felipe Hernández, uno de los representantes del movimiento, comunidades de tres municipios se unieron para defender el cerro de la depredación, y para ello instalaron campamentos en los accesos, impidiendo así el paso de maquinaria al lugar para extraer piedra y otros materiales.
Comentó que uno de esos campamentos fue instalado a la entrada de un rancho, propiedad del empresario que explota la mina, y que recientemente personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), se presentó en el lugar para colocar los sellos de clausura, aunque no se tuvo el apoyo en esa diligencia por parte de la policía estatal.
“No tienen permisos, todo es ilegal, pero están intentando seguir con la extracción del material y eso no lo vamos a permitir”, dijo el representante de los inconformes.
Destacó que gente armada a bordo de camionetas han estado dando vueltas por los lugares donde ellos están apostados, “y sin duda tememos por nuestra integridad, porque han estado yendo a las casas a amenazar a la gente si no desisten, además de que ya se han presentado agresiones en otros lugares por esta misma situación”, dijo Hernández, quien mencionó que no obstante, por el momento no se han presentado incidentes.
Destaco que van a permanecer en el lugar el tiempo necesario para que las autoridades hagan cumplir la acción de clausura del lugar, porque a pesar de los sellos el empresario ha continuado con esa tarea, devastando la zona.