San Antonio La Isla/Estado de México
Competencia desleal con productos chinos, la falta de capacidad económica para formalizar los talleres familiares como empresas exportadoras y sobre todo el desinterés de los niños por juguetes de madera, son algunas de las condiciones que enfrentan los artesanos que elaboran productos de madera en el municipio de San Antonio La Isla.
Mariano Bonifacio Colindres Castro, uno de los 800 artesanos del lugar, platicó que por desgracia, ésta es una actividad que se pierde, en los últimos cinco años, con mayor fuerza.
“Los teléfonos móviles, las computadoras, los juegos como el PlayStation o XBox sustituyeron todos los juegos que requieren usar la imaginación o salir a la calle, no se dan cuenta los padres que son perjudiciales, pero nos dejaron de buscar. Ya un balero o un trompo no es importante para casi nadie”.
En este poblado que se ubica en el Valle de Toluca, la actividad primaria es el comercio de juguetes de madera, como trompos, yoyos, casas de muñeca, carritos de todos los tamaños, tambores o guitarras; además de piezas de cocina, como cucharas, tablas de picar, salseras u otras.
Según el señor Colindres, la mayoría de los más de mil 700 locales establecidos en las vías primarias de la localidad son intermediarios de los artesanos que llevan por lo menos cuatro generaciones dedicadas a esta actividad.
“Lo que pasa es que vienen muchos productos chinos, ya hay piezas al por mayor que son baratas y casi idénticas a las nuestras, entonces son fáciles de adquirir para los comerciantes. No es que nosotros vendamos caro porque una pieza no rebasa los 15 o 20 pesos, pero tampoco producimos cientos”.
Por día, uno de estos artesanos elaboran 20 o 30 piezas, entre todos los productos más vendidos, trompos o baleros, pero ya no son de madera, sino que compran un comprimido parecido al macopan o macocel importado de Chile porque entre otros cambios que tuvo el país, está la escasez de madera.
“No es fácil comprar madera como antes, incluso aquí (en San Antonio) había unos árboles “madroño” que nos permitían extraer la materia prima, ahora ya está prohibido comerciar con ella, es más cara, eso nos han dejado las reformas del gobierno federal: gasolina cara, peajes elevadísimos y la imposibilidad de salir a delante”.
Ese material con el que trabajan les ha generado daños en los pulmones, incluso condiciones graves en las vías respiratorias, pero es barato y les permite continuar con las artesanías.
Sin embargo, son pocos los juguetes que venden en un día, aunque el 30 de abril es una de las fechas que esperan más ventas, porque en general llegan compradores de Chiapas, Monterrey, Jalisco, a quienes no les pueden vender por mayoreo porque no tienen la capacidad para producir pedidos superiores a las 30 piezas por día, porque de lo contrario tendrían que registrarse ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT), “y eso no nos resuelve nada, porque tendríamos que pagar mucho por pocas piezas”.
Los camiones, las casas de muñeca y los instrumentos musicales - todos - están dispuestos para llegar a manos de niños que comenzarán una carrera musical, quizá un hobbie o una actividad aledaña a la escuela, el resto de los juguetes esperan con ansias llegar a las manos de pequeños que desarrollen su imaginación.
“Es una actividad que desde los ocho años realizo, me encanta y que heredé a mi único hijo varón de tres que tengo, pero que espero nunca olvidar, porque no sólo preservo historia sino las raíces de mi país”.
