Feligreses de la congregación evangélica Berea, se quedaron esperando el “día del juicio final”. De acuerdo con sus creencias, estarían recibiendo la segunda llegada de Jesucristo, deidad sagrada de la religión cristiana.
La divulgación de la noticia aconteció desde hace tres semanas, donde los miembros de la congregación comenzaron a vender sus pertenencias y bienes materiales, ya que, según ellos, dejarían de necesitarlos; además, realizaban “limpiezas” para estar libres de pecado en el momento de la “nueva venida del Mesías”. Incluso el pastor Gabriel Ferrer Ruíz, profesor de lingüística en la Universidad del Atlántico, renunció a su puesto por supuestamente “una orden directa que le dio el señor todopoderoso”.
La peculiar situación aconteció este jueves 28 de enero, en el municipio de Sabanalarga perteneciente al departamento de Atlántico, en Colombia. Se trata de una zona rural de aproximadamente tres mil habitantes, que viven en casas humildes con calles sin pavimentar y sin servicio de alcantarillado.
Sin embargo, Luis Fernando Morena, personero del municipio de Sabanalarga, aseguró respetar las creencias religiosas de los habitantes de esa zona, pero también mostró preocupación por la seguridad de los feligreses. La preocupación de las autoridades se debe a la conducta, ideas y creencias de su líder en la que algunos medios locales colombianos la han catalogado de dirigir una “secta”.
Y es que, el pastor Gabriel Alberto Ferrer Ruíz sometió en ayuno prolongado desde hace 3 semanas a cerca de 25 feligreses para purificar su cuerpo; también causó gran controversia la prédica del 24 de diciembre del año pasado, en la que anunciaba su último servicio religioso en la Tierra y dijo: “gracias rey porque es el último servicio sobre esta tierra señor. Gracias porque tú has dicho a tu iglesia que va a ser levantada, tú señor me hablaste con voz audible y me dijiste: voy a levantar a mi manada pequeña”, afirmó el líder de la congregación.
Por otro lado, el suceso de hace días orilló a la Policía, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y de la Procuraduría a visitar la residencia de los Ferrer con la intención de realizar una inspección al inmueble, en su búsqueda encontraron únicamente a ocho personas de los cuales solamente había dos menores de edad. Incluso Alex Suárez, comandante de la policía dijo que “las personas que están dentro del inmueble están voluntariamente y a motu proprio. No hay nadie retenido a la fuerza y están todos en perfectas condiciones físicas y de salud”.
Finalmente, el pastor Ferrer realizó un video con el propósito de negar las acusaciones hacia los integrantes de su congregación, sobre cometer un “suicidio colectivo”.
