Días de tensión en el país caribeño, por parte de los miembros del Sindicato de Transporte y grupos de oposición para exigir la renuncia del actual presidente de Haití, Jovenel Moïse, previsto para el próximo siete de febrero.
El motivo de estas movilizaciones se debe a la pobreza, desigualdad, violencia y secuestros cometidos de manera sistemática, que han obligado a miembros del Sindicato y organizaciones de oposición a tomar medidas extremas para retirar a Moïse como presidente de Haití, en cuestión de días.
Desde el pasado domingo 31 de enero hasta estos momentos, diversos grupos de manifestantes han comenzado a protestar en ciudades como Petit-Goave, Mirebalais, Verretes, St-Marc y Puerto Príncipe, la capital del país caribeño.
“Pueblo de Haití, no se vayan a casa. Movilizarnos hasta la salida de Jovele Moïse el siete de febrero”, estas fueron palabras de Jean Charles Moise, excandidato presidencial y representante del partido político Pitit Dessalines. La petición de los protestantes se centra en la renuncia del presidente a tan solo cuatro años de su gestión presidencial; aunque las protestas iniciaron el pasado domingo podrían extenderse después del siete de febrero dependiendo del resultado.
Por otro lado, un medio de comunicación denominado “Prensa Latina”, presentó la cifra de mil personas que habían sido secuestradas en Haití; esta información es respaldada por organizaciones especializados en Derechos Humanos, que incluso la embajada norteamericana, situada en el país caribeño, exhortó a los habitantes a no salir de sus casas sino era requerido.
Finalmente, el presidente Moïse emitió un mensaje a la nación el pasado primero de febrero, en el cual anunció tomar medidas drásticas para combatir los secuestros y buscará gestionar presupuesto para apoyar con tecnología avanzada al sistema de inteligencia haitiano para concluir con el flagelo.
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