Acapulco/Guerrero
Acapulco conocido por su belleza natural y turismo, se encuentra en medio de una crisis humanitaria a raíz del devastador paso del huracán "Otis". Los residentes de esta ciudad costera alzan su voz en medio de la desesperación debido a la escasez de agua y alimentos, así como un auge alarmante de la inseguridad que ha sumido a la comunidad en el caos.
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Una semana después de la embestida de este desastre natural, los habitantes de Acapulco se enfrentan a una severa carestía de recursos básicos. La distribución de suministros es un proceso lento, en parte debido a la falta de coordinación de las autoridades oficiales y la falta de existencias en los supermercados y tiendas que quedaron en pie. Esto ha forzado a la población a buscar desesperadamente alimentos entre los escombros y la basura para sobrevivir.
Los ciudadanos relatan una situación caótica que ha predominado durante esta última semana. Las largas filas para obtener alimentos y agua potable son comunes, y la centralización de la asistencia en la icónica Avenida Costera Miguel Alemán y sus alrededores ha dificultado el acceso a los suministros. Algunos se ven obligados a arriesgarse, ingresando a edificaciones en ruinas, en busca de un poco de agua o algo que puedan consumir que haya quedado entre los escombros, a pesar de que la estructura de estos lugares parece estar en peligro inminente de colapso.
Además de la escasez de alimentos, se ha informado un alarmante aumento en los índices de inseguridad en las colonias más alejadas de la costera. La falta de acceso a alimentos ha llevado a actos desesperados, como el saqueo de viviendas y el robo de combustible de vehículos. Los residentes señalan la ausencia de las autoridades locales en la región y la falta de información efectiva para guiar a las víctimas hacia los puntos de distribución de alimentos y refugios.
Hasta el momento, el gobierno de México ha confirmado un saldo trágico de 46 personas fallecidas y 58 desaparecidas a raíz del desastre. Ante la emergencia, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina (SEMAR) han distribuido aproximadamente 68,000 paquetes de alimentos y 211 mil litros de agua en una población de 779,566 habitantes en Acapulco, lo que representa una mínima parte de la población afectada.
La situación en Acapulco sigue siendo crítica, y se necesita una respuesta más efectiva y rápida por parte de las autoridades para brindar asistencia a los damnificados y restaurar la estabilidad en esta comunidad golpeada por la furia de la naturaleza.
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