Mónica Ramírez/Barcelona
A dos días de los atentados yihadistas en Barcelona y Cambrils, la policía catalana (Mossos
d'Escuadra) tiene activado un dispositivo antiterrorista, denominado Cronos. Aunque mandos superiores de la corporación mantienen la certeza de que no se prevé un nuevo ataque terrorista en Cataluña.
El pasado jueves, alrededor de las cinco de la tarde, una furgoneta embistió a una multitud en Las Ramblas de Barcelona, una de las principales zonas turísticas de la Ciudad Condal. A su paso, a lo largo de 600 metros, el vehículo, conducido por un hombre de nacionalidad marroquí, mató a 13 personas y dejó 120 de heridos.
En la madrugada del viernes, un grupo de cinco terroristas fueron abatidos por los Mossos d'Escuadra, cuando pretendían perpetrar otra masacre en la ciudad de Cambrils; en su huída, uno de ellos, apuñaló en el rostro a una mujer, que posteriormente falleció y hay seis heridos más.
Ambos hechos están relacionados, ya que se presume que entre los presuntos terroristas
abatidos está el conductor de la furgoneta del atropello mortal de Las Ramblas. Hay cuatro fugitivos aún. Los presuntos terroristas son de origen marroquí y español (oriundo de Melilla) y hasta el momento no se tenía noticia de que estuvieran radicalizados.
Las nacionalidades de las víctimas varían, hay franceses, alemanes, canadienses, australianos, españoles, toda vez que Las Ramblas es una de las zonas más visitadas por turistas de todo el mundo.
Barcelona ha vivido el sexto ataque terrorista de las mismas características (atropello mortal) en lo que va del año, en Europa. El mismo modus operandi que en Niza, Francia; Berlín, Alemania; Estocolmo, Suecia; Londres, Inglaterra y París, Francia.
El atentado en Las Ramblas de Barcelona es el peor que se ha vivido en Cataluña, desde el de Hipercor en 1987 (reivindicado por la extinta ETA) y en España no se había visto nada igual desde el ataque en la estación de trenes de Atocha, Madrid, el 11 de marzo de 2004.
Este viernes autoridades del estado español y de Cataluña, presididas por el Rey Felipe VI, el presidente de España, Mariano Rajoy y el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont,
encabezaron una concentración en la Plaza Cataluña, en el centro de Barcelona y guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
Al grito de "No tinc por" (No tengo miedo) los catalanes se concentraron ahí mismo y en actos improvisados de homenaje en Las Ramblas, demostrando una vez más, la solidaridad con las víctimas.
