México
El alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, fue privado de la vida el pasado domingo 6 de octubre, menos de una semana después de asumir el cargo.
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Este crimen ha puesto de manifiesto la violencia que ejercen los grupos criminales en el ámbito político de Guerrero.
Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), declaró que el alcalde no había solicitado protección y se dirigía solo a una reunión en la comunidad de Petaquillas, donde se perdió la comunicación con él.
"El alcalde salió de Chilpancingo en su camioneta, sin escoltas ni chofer. Sabíamos que iba a una reunión específica", informó García Harfuch.
Horas más tarde, se encontró su cuerpo decapitado en una camioneta abandonada en la colonia Villas del Roble.
Antes del homicidio de Arcos Catalán, fueron asesinadas dos personas cercanas a él: el ex coordinador de la Policía de Guerrero, Ulises Hernández, y el secretario general del Ayuntamiento, Francisco Tapia, quien fue atacado a balazos tres días después de asumir el cargo.
García Harfuch también indicó que Arcos Catalán no contaba con protección de la Guardia Nacional, ni había realizado la solicitud oficial para recibirla.
"Las solicitudes llegan a la Secretaría de Seguridad y se turnan a las áreas correspondientes; en este caso, no había ninguna solicitud", añadió.
García Harfuch también mencionó que hay información sobre con quién se iba a reunir Arcos, pero no puede revelar más detalles debido a las investigaciones en curso.
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