Estados Unidos
En los próximos días, el Pentágono comenzará a desplegar hasta 1,500 soldados en servicio activo a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos, según informaron funcionarios estadounidenses a The Associated Press. La medida responde a las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump, quien busca reforzar la seguridad fronteriza y endurecer las políticas migratorias como parte de su estrategia nacional.
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El despliegue será aprobado por el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, aunque aún no se han definido las unidades específicas que participarán ni el número exacto de efectivos. Estas tropas se sumarán a los cerca de 2,500 miembros de la Guardia Nacional y la Reserva ya desplegados en la zona fronteriza.
Los soldados tendrán un rol de apoyo logístico para el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), realizando tareas como la construcción de barreras, transporte, atención médica y provisión de alimentos para los agentes fronterizos. Sin embargo, debido a la Ley Posse Comitatus, las fuerzas armadas tienen prohibido participar en actividades de mantenimiento del orden, como la detención o arresto de personas en suelo estadounidense.
Para que esto sea posible, el presidente Trump tendría que invocar la Ley de Insurrección, una legislación de 1807 que permite el uso de tropas en tareas de orden civil. Hasta el momento, no se ha anunciado ninguna acción en ese sentido.
El uso de tropas en la frontera no es una novedad. En 2018, durante su primer mandato, Trump desplegó más de 7,000 soldados en respuesta a una caravana migrante. Este nuevo despliegue busca reforzar su política migratoria, en la que también se incluye el aumento de buques y aeronaves en el Golfo de México, al que la administración ha comenzado a llamar el “Golfo de América”.
La decisión ha generado críticas y cuestionamientos legales sobre el rol de las fuerzas armadas dentro del territorio estadounidense. Grupos de derechos civiles y expertos en seguridad nacional han advertido sobre el peligro de militarizar aún más la frontera y el posible impacto en las comunidades locales.
A medida que el Pentágono define los detalles operativos, el debate sobre la legalidad y las implicaciones de este despliegue sigue abierto, mientras la administración Trump continúa avanzando en su plan de seguridad fronteriza.
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