En el caso del Estado de México, una de las fuentes para tener una idea acerca de este fenómeno, como una vertiente para constituir familias, es el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM). Puede verse en el siguiente gráfico, que en el mismo periodo (2012-2017) se concedieron un total de 298 menores durante esos seis años.
Destaca el 2014, puesto que como ninguno de los años precedentes ni los tres subsecuentes, se registró tal cantidad de acogimientos. No se reporta públicamente a qué se debió tan insólito brote. Ahí está la cifra para la historia; algún día se sabrá. La información del DIFEM indica que prácticamente se dieron a partes iguales en amparo familiar, el mismo número de niñas que de niños; tampoco se sabe si ello es el resultado de la acción institucional para mantener la igualdad entre el sexo de los menores que aprueban para el nuevo amparo, o si tiene que ver con un equilibrio generado por obra y gracia de los adoptantes o, debido a la labor de algún ente metafísico como el Espíritu Santo. Un día se sabrá.
Como en las tendencias observadas a escala nacional, así como en otros países, quienes adoptan se inclinan por aquellos menores que tengan menos de uno o dos años, hasta los primeros ocho o nueve años de vida. Permea esta idea, fundada científicamente, de que cuanto mayor edad tiene el menor en orfandad, se estrechan las posibilidades para ser elegido o elegida. Gravita el temor de que las experiencias tempranas de violencia o de carencias severas, impactarán irremediablemente en la personalidad futura.
Hay casos atípicos como el que nos legó el filósofo existencialista Jean Paul Sartre, quien a la edad de 51 años decidió adoptar legalmente a la joven argelina Arlette Elkaïm, cuando ella tenía 19 añitos. Fue una admisión parental sui géneris porque primero, ellos fueron pareja amorosa y, a la postre, ella quedó como heredera de los bienes del escritor. Cauces sinuosos de esta forma de hacer familia. Tema aparte el protagonizado por Woody Allen, quien después de convivir con Soon-Yi, hija adoptiva de su esposa Mia Farrow y del pianista y jazzista André Previn, optó Allen por casarse con su hijastra Soon-Yi. Me parece que continúa su historia, según dice el mundo del espectáculo.
Quizá este tipo de casos mediáticos, son los que generan preocupación en las mentalidades colectivas, acerca de los riesgos que conlleva la adopción como uno de los caminos para constituir sistemas familiares diferentes. Como lo decía el matemático John Allen Paulos, con nuestro anumerismo, cualquier cosa extraordinaria troquela nuestras mentes y nos lleva a pensar que aquello que les sucede a unas cuantas personas, ocurre al resto del mundo y es capaz de pintar al resto del globo en un santiamén.
Acciones familiares de algunas parejas del mismo sexo
Una de las murallas que dan cuenta de las resistencias que impiden avanzar en la adopción, tiene que ver con la orientación sexual que grita su existencia fuera del pensamiento heteronormativo. Según las mentes más conservadoras y medievales que pululan en la mayor parte del mundo, nada más ominoso que una pareja del mismo sexo, casada o en concubinato, pretenda cometer la abominación de querer adoptar. Es una cachetada a la divinidad.
Como se puede ver en el siguiente mapa, apenas en 15 % de los países que forman parte de la ONU, cuentan con leyes que permiten que uno(a) de los(as) integrantes de la pareja del mismo sexo pueda adoptar al hijo o hija biológica de su cónyuge. El mundo heterosexual sí tiene ese derecho, como la esposa de Mario Moreno Cantinflas, el resto no. En México, tal procedimiento no es posible en todo el territorio, excepto en la Ciudad de México, Campeche, Colima, Coahuila y Nayarit. Así vamos. Todavía existen severas resistencias en la mayor parte del globo.
Sin embargo, las personas, al no contar con disposiciones legales que les permitan hacer su voluntad en el espacio privado e íntimo del hogar, encuentran estrategias para salirse con la suya. Por ejemplo, la gran actriz Sara García (la abuelita de México y del chocolate mexicanísimo) no requirió de leyes para vivir como se le dio la ero-gana. Tuvo una hija, procreada en sacrosanto hetero-matrimonio, pero felizmente divorciada, vivió el resto de su existencia con su homo-pareja y crío a su hija con su amorosa mujer. Así las cosas. Lo digo para que lo peguen al álbum de la emblemática Época de Oro del Cine Mexicano.
En un avance gradual, hay otro puñado de países que afortunadamente aprueban la adopción por parejas del mismo sexo. En el mapa que presento, se han sumado países de la región latinoamericana.
México, aunque aparece pintado como si fuese en todo el territorio, con tristeza sucede únicamente en Ciudad de México, Campeche, Colima, Coahuila, Morelos y Nayarit. En otros países sucede lo mismo, pues solamente aplica en determinadas demarcaciones estatales o distritales. No nos desgarremos las pulcras vestiduras.
En la siguiente colaboración abordaré al asunto de la transformación familiar, a partir de las distintas técnicas de fecundación asistida. Comprenderán que se trata del ímpetu que la especie humana tiene por corregirle la tarea al Creador.
Seguiré…
Coordinador Red Internacional FAMECOM