El presidente Andrés Manuel López Obrador, sigue con la creencia que la campaña no ha terminado, pues el viernes pasado de nueva cuenta arremetió contra el ex mandatario Vicente Fox, al acusarlo de no haber frenado una estrategia en Pemex para diferenciar el combustible legal del robado.
El tabasqueño no desaprovecha el tiempo para repartir culpas a que cualquier tema que se le ocurre tocar en sus somníferas conferencias de prensa. El viernes le tocó una vez más al ex mandatario Vicente Fox, al expresar que en el presupuesto de 2004 se aprobó un artículo transitorio para que se adquiriera una sustancia y se marcara la gasolina para evitar el robo, para distinguir la gasolina robada y la de Petróleos Mexicanos.
López Obrador, en sus acostumbrados monólogos con los medios de comunicación social, se preguntó y él mismo respondió al mismo tiempo, “que el Ejecutivo de ese entonces (sin mencionar el nombre de Vicente Fox) presentó una controversia para quitar ese artículo transitorio y la Suprema Corte le dio la razón”.
No es concebible que López Obrador, siga censurando los hechos realizados por las administraciones anteriores, debería aplicarse en los aconteceres de hoy que son muchos. Para muestra un botón: la compra sin licitación de las dos mil pipas para transportar combustible a nivel nacional realizada en la semana pasada, por el desabasto de gasolinas (que aún sigue en varias entidades), que causó el “cierre” de varios ductos para que los huachicoleros no sigan haciendo sus trapacerías, cuando la realidad es otra, ya que se redujo en 14.4 por ciento la compra de las gasolinas durante diciembre a los Estados Unidos.
Por cierto, en documentos de la Comisión Nacional de Seguridad y de Inteligencia, se plasma que entre 2016 y 2018 los huachicoleros hurtaron 147 mil millones de pesos de combustibles en diez estado de nuestro vapuleado país.
Respecto a la trágica explosión sucedida el pasado viernes 18 del mes en curso en Tlahuelilpan, Hidalgo, suman ya 113 los fallecidos cuando alrededor de 800 pobladores robaban gasolina. ¿Cuál sería la reacción y la protesta de los morenistas, si éste lamentable hecho hubiese sido en un gobierno priista o panista?
Seguramente, ya estarían exigiendo la dimisión de medio gabinete, como cuando en aquella noche negra de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cuando desparecieron los 43 alumnos de la escuela Normal Rural Raúl Burgos, en Ayotzinapa, y erróneamente el presidente Peña Nieto y su “equipo” se “comieron” dicho problema, pues el estado de Guerrero era gobernado por Ángel Heladio Aguirre Rivero (gobierno perredista), al igual que la alcaldía de Iguala. Lo legal era fincarles responsabilidad, a los dos, aunque ésta, recayó en munícipe José Luis Abarca.
Recordemos que ni tardos ni perezosos los perredistas, y el propio AMLO, exigieron una inmediata respuesta por parte de la administración de Enrique Peña.
Ahora es diferente, porque ahora ellos tienen la sartén por el mango y el mango también, como lo expresó en una de sus composiciones el inolvidable cantautor argentino (uno de mis favoritos), Alberto Cortés, Los Ejecutivos.
EN NAUCALPAN, LA DEUDA ES MULTIMILLONARIA
Los ex presidentes municipales panistas de Naucalpan, Édgar Armando Olvera Higuera (constitucional) y el Víctor Hugo Gálvez Astorga, (suplente), dejaron una millonaria deuda tanto por demandas de laudos laborales, así como de proveedores.
La Contraloría del Poder Legislativo del Estado de México integra un amplio expediente sobre las presuntas responsabilidades administrativas que habría cometido Olvera Higuera y responda al pago reclamado de quienes están demandando.
Se dice que propios excolaboradores del ex munícipe han acercado documentos para hundirlo. ¿Traición o venganza?
¿Desaforarán al diputado local, Édgar Armando Olvera Higuera los mismos morenistas? La administración actual la encabeza Patricia Elisa Durán Reveles, de dicho partido, tiene mucho personal trabajando en el gobierno municipal que formó parte del equipo de su hermano José Luis (alcalde en dos ocasiones). ¡Vaya herencia!
Por cierto, el ex presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Manuel Espino, en la gestión de Vicente Fox, con quien terminó distanciado, vino a sentar sus reales a Naucalpan, pues la alcaldesa Patricia Durán le creó nueva secretaría, la de Gobierno, algo por demás absurdo.
¿Espino Barrientos utilizará de trampolín a Naucalpan?, ya que se rumora que desea lanzarse como candidato a gobernador de Durango, su estado natal. Es preciso mencionar, que gran parte de los ahora secretarios que integran gabinete de Patricia Durán no conoce el municipio, como el propio Manuel Espino.
Patricia Durán deberá estar muy atenta al cada vez más complicado municipio, ya que en días pasados empresarios de Naucalpan denunciaron que el actual subdirector de Seguridad Pública, Roberto Girón Salinas (quien fue escolta de José Luis Durán Reveles cuando fue alcalde), a través de su secretario particular, ¡vaya “jefazo”!, Antonio Castillo Martínez, se encarga de recoger las rentas a varias empresas asentadas con el llamado “brindarles la atención”, principalmente a grandes bodegas y de operación logística. ¡Qué tal!