Estar en casa, en el trabajo, o en un lugar público no es sinónimo de seguridad. Hoy, cualquier sitio es vulnerable para la comisión de un delito; y del horario, ni hablamos, ya no es exclusivo de la noche.
En todos los lugares, por seguros, que parezcan ya se han escrito historias de dolor y rabia.
A un mes de ser objeto de robo con violencia, Silvia y su pequeña hija tratan de recobrar la tranquilidad, la paz y la seguridad, en su propia casa.
El reloj marcaba las 20: 30 hrs, Silvia y su pequeña hija llegaban a casa; el trayecto ya era familiar, las tiendas de la Colonia Carlos Hank González al norte de la ciudad de Toluca, todavía en servicio, las calles a media luz, había gente, incluso, paseando a sus perros.
Silvia manejaba su camioneta, Chevrolet Captiva azul marino, con placas de circulación MKK6351, del Estado de México. Llegando a su domicilio abrió el zaguán y al estar en el interior de su domicilio pretendía cerrar su puerta para bajar a su pequeña hijita del asiento trasero, pero al intentar cerrar la puerta, un tipo la amagó con pistola en mano.
Fueron los instantes más difíciles, la pistola apuntando a su cabeza, su hija al interior de la camioneta. En esos momentos sólo pedía por sus vidas e integridad, pero con golpes y palabras altisonantes la subió a la camioneta para ahí quitarle cartera, celular y todo objeto de valor, su hija, testigo de todo.
Silvia fue llevada al interior de su casa, un segundo delincuente bajó a la menor llena de susto que no paraba de llorar. Ya al interior de su domicilio, y con los sujetos en el patio, cerró rápidamente la puerta abrazando a su hija.
Al escuchar que el motor de la camioneta se alejaba, fue un aliciente al saberse a salvo, pero con la rabia de ser objeto de la violencia, de haber perdido parte de su patrimonio y por vivir uno de los momentos más difíciles de su vida.
Esperó unos minutos a que el ruido del motor se alejara más, para salir a pedir ayuda.
Hoy ha pasado un mes y de la camioneta y los delincuentes, no se sabe nada. Silvia hoy vive con temor y siempre pendiente y precavida. Con amor Silvia y su esposo tratan de borrar este episodio del corazón y mente de su hija; su casa, con más medidas de seguridad.
Los vecinos ya organizados y cansados de tantos actos delictivos iniciaron con la colocación de lonas donde advierten a los delincuentes que, si son sorprendidos, serán linchados.
Hoy también otra voz se levanta para exigir justicia. Lamentablemente, el día termina con las esperanzas de la familia y amigos de la pequeña #Giselle, que desapareció en la comunidad de San Lorenzo en el municipio de Chimalhuacán, el pasado 19 de enero. Las plegarias tampoco la alcanzaron, y no ablandaron el corazón de sus captores, porque fue encontrada muerta en #Ixtapaluca.
Otra familia que se viste de luto, que vive el duelo de perder a una hija. ¡Caray!
Otro asesinato de una inocente, tenía solo 11 años de edad. Nuestras más sentidas condolencias. Ya no queremos más historias de dolor.