Qué tristeza, los políticos carroñeros de este país ponen en subasta la aportación para la reconstrucción por los daños causados por los sismos del 7 y 19 de septiembre, quién da más, dicen cuando no debían regatear sus aportaciones, como no lo debían hacer otras instituciones que hasta ahora no han levantado la mano para decir, acá estamos.
En México solamente la sociedad civil da la cara frente a las grandes desgracias, las autoridades aparecieron después de que la tragedia tomaba dimensiones. Hace 32 años sucedió una tragedia parecida y todavía el gobierno no tiene una estrategia para enfrentar este tipo contingencias.
El presidente Enrique Peña Nieto debió salir de inmediato a establecer líneas de acción para que las acciones fueran más efectivas. Una coordinación con las autoridades locales, en especial con el Gobierno de la Ciudad de México en donde los efectos fueron mayores.
Peña Nieto, que ahora está más preocupado porque en las próximas encuestas aparezca mejor posicionado, se preocupó más por tomarse la foto, que por dar instrucciones precisas para hacer menos dolorosa la tragedia.
Los políticos carroñeros de nuestro país no van a entender nunca que ante las grandes tragedias deben desprenderse de lo mucho que les dan los mexicanos a cambio de muy poco.
Los legisladores deben dar no un día de su sueldo, sino cuando menos 50 por ciento de éste durante tres meses; el Instituto Nacional Electoral debe renunciar al 50 por ciento de su presupuesto; los gobernadores bien podrían desprenderse del total de su salario durante seis meses, las coordinaciones legislativas en las cámaras federales deberían aportar al menos 30 por ciento de su presupuesto.
Y podemos seguir mencionando casos como los presidentes municipales, que también podrían hacer una gran aportación, así como los congresos locales, no es su dinero, lo que perciben es producto de nuestros impuestos.
Con el perdón de www.change.org pero se quedaron cortos en su demanda, aunque hay que reconocer que afortunadamente doblegaron a los partidos políticos.
Renglón aparte merece la comunicación gubernamental, una nulidad, hasta ahora los encargados de esas áreas no saben cuál es la información que le interesa a la población, piensan que comunicación social es difundir spots sobre supuestos logros de los gobiernos a los que sirven.
La falta de una coordinación en materia de comunicación hizo que la tragedia fuera más amarga para las miles de personas que sufrieron las consecuencias de los sismos.
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Tengan su salario rosa, dice ahora el gobernadorcito del Estado de México, luego de que miles de mujeres le dieron su voto en espera del beneficio. Se gasta en campañas para engañar a la población… Me dicen que la familia de Clavillazo está muy enojada porque comparen a su padre con el dirigente nacional de PRI, porque don Antonio Espino era inteligente, no como quien es el representante de los Pinos en la colonia Buena Vista… Después de las labores de rescate de las víctimas hay mucho que investigar en materia de rendición de cuentas, como la autorización de la SEP para que regresarán a clases en las escuelas que no fueron evaluadas como el caso del colegio Enrique C. Rébasamen. O el caso de los edificios que no contaban con el certificado de obra terminada que fueron autorizados por la administración de Mancerita.
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