Sí hay que alzar la voz en contra de la violencia de las mujeres, pero hay formas, no hay que olvidarlo.
No podemos exigir un alto a la violencia generando violencia, no podemos alzar la voz lastimando a inocentes, se trata de hacer conciencia, muchos hombres que vivieron la manifestación fueron objeto de humillaciones y violencia innecesaria.
Porque pedimos paz, pedimos respeto, pedimos ya no ser violentadas, y en la marcha se rompió La Paz, el respeto para otros se violentó, incluso en contra de nuestro patrimonio cultural.
Se tenía que alzar la voz, pero no de esa manera.
Observamos mujeres con sus hijas gritando consignas de odio a los hombres, dejando en su mente y su corazón la manera de alzar la voz mediante el uso de la violencia.
Claro que tiene que cambiar esta realidad por nuestras madres, hermanas, hijas, amigas y mujeres que han perdido la vida en manos de un asesino, por las historias de horror que se ha escrito en contra de nuestras adolescente y niñas, claro que tenemos que alzar la voz, pero es incoherente levantar la voz en contra de la violencia con más violencia.
La educación con valores es lo único que nos salvará del salvajismo que vivimos, no olvidemos que un secuestrador, asesino, violador, tuvo madre y escuela de la vida donde aprendió ese tipo de conductas que en muchos casos es una repetición de un padrón aprendido.
Necesitamos como mujeres usar nuestro poder de educar a buenos hombres, capaces de respetar a una mujer, urge por ley que en todos los hogares se hable de valores, que en las escuelas regrese la asignatura de civismo, necesitamos castigos ejemplares para quienes delinquen, urge exigir que por ley se castigue el maltrato intrafamiliar semilleros de gente violentas.
Tenemos que alzar la voz, pero no de manera violenta.
Hace unas semanas tuvimos una gran muestra donde el pueblo se unió por una causa.
En Puerto Rico después de dos semanas de multitudinarias protestas en contra del gobernador Ricardo Rosselló Nevares por darse a conocer un chat con comentarios ofensivos hacia mujeres, homosexuales y víctimas del huracán María en el 2017.
La gente salió a manifestar su repudio provocando la renuncia del Gobernador.
Esa es muestra que cuando un pueblo se une, ningún gobernante es vitalicio.
En México somos más las mujer e que podríamos salir a tomar las calles y manifestar nuestras exigencias, pero la violencia de la marcha se robó los reflectores, pese a que la marcha de las mujeres en la Ciudad de México tenía un objetivo: protestar por la violencia en contra de las mujeres, exigir la activación de la alerta de género en la Ciudad de México y todo el país, sancionar actos de filtración de cualquier dependencia, enjuiciar a los que resulten culpables de delitos de violencia contra las mujeres, llevar a cabo acciones de reparación y no repetición de delitos, no criminalizar la protesta social, dotar de garantías de seguridad para que las mujeres puedan transitar de manera libre y segura, implementar un estricto protocolo en el reclutamiento de cuerpos policiales, llevar a cabo una exhausta investigación sobre los abusos sexuales cometidos por policías, que las fuerzas militares, no se hagan cargo de la seguridad pública, transparentar el trabajo del cuerpo policial, prevenir la violencia de género en todas las instituciones gubernamentales de la cuidad México, que haya una participación social y política de las mujeres en los programas y estrategias contra la violencia, y una disculpa histórica por los agravios a niñas, adolescente y mujeres víctimas de la violencia.
Esos eran los objetivos de una marcha que se perdieron por protagonizar actos de vandalismo y violencia en una marcha donde se tenía que alzar la voz, pero se erró en la forma.
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