Con licencia para vandalizar

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Con licencia para vandalizar

Miércoles, 02 Octubre 2019 00:06 Escrito por 
Con licencia para vandalizar Lo bueno, lo malo y lo serio

“El 2 de octubre no se olvida”

Los hechos ocurridos el 2 de octubre de 1968 han quedado registrados con dolor de forma permanente en la memoria de la historia reciente de México. El movimiento social convocado por el Consejo Nacional de Huelga (CNH) buscaba un cambio democrático en el país, mayores libertades políticas y civiles, y la renuncia del gobierno considerado autoritario.

Por su parte, el gobierno calificó al movimiento como subversivo, argumentando que sus participantes eran terroristas, delincuentes y un peligro para la seguridad nacional.

El resultado es más que conocido, el movimiento fue reprimido y ese 2 de octubre se perpetró la masacre de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas. Para diciembre de ese año, aparentemente terminó por disolverse.

El número de muertos, heridos y desaparecidos, es impreciso, y aunque el Estado mexicano expuso sus argumentos, también se propició la radicalización de activistas que optaron por las guerrillas urbanas, las que fueron reprimidas en la llamada “guerra sucia”.

Como cada año, se espera una marcha en memoria de los hechos sucedidos aquél día, en esta ocasión como en otras anteriores, existe preocupación por parte de la sociedad, en especial, por los empresarios dueños de negocios que estarán al paso de la marcha porque corren el riesgo de ser objeto del vandalismo, como se ha visto en manifestaciones recientes, en las que la autoridad brilla por su ausencia.

La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, ha señalado que se impondrá un “cinturón de paz” para acompañar la marcha por el 51 aniversario de lo ocurrido en Tlatelolco, con ello dar seguridad a los manifestantes para evitar que grupos ajenos se infiltren y provoquen destrozos.

Sheinbum señaló que: “nosotros no reprimimos, pero tampoco podemos ser permisivos…” y que los actos violentos que se han visto últimamente provienen de grupos conservadores, que no les interesa la democracia, sino que son provocadores y que no caerán en eso.

Lo que sí es evidente, es que el gobierno que representa Sheinbaum deja una sensación de ausencia de autoridad espantosa, y eso preocupa a la sociedad en general, pero principalmente a los empresarios, a los dueños de los negocios ubicados al paso de las marchas, en base a lo que a sucedido con las anteriores, cuyos resultados se han documentado por parte de la prensa, y han pedido al gobierno que haga algo para contener el embate del vandalismo, ya que a final de cuentas son los que resultan más perjudicados.

Y razón la tienen, por ese juego de palabras que utiliza la titular del ejecutivo de la capital, ¿no se reprimirá, pero tampoco van a ser permisivos? ¿en qué momento se puede identificar una cosa y marcar la diferencia con la otra?, no es posible tanta flexibilidad a los llamados grupos radicales, se equivoca el gobierno al llamar represión al uso legítimo de la fuerza, cuando debe de garantizar la seguridad de todos.

Más bien, se observa una condición débil por parte de las autoridades ante la nula contención de los actos destructivos que se están convirtiendo peligrosamente en el modus operandi de esos grupos, que con el anuncio que se hace, de “no a la represión”, éstos lo aceptan como una invitación a cometer cualquier cantidad de atropellos, daños a la propiedad, a los bienes de todos, sin consecuencia alguna.

Esto puede provocar una reacción por parte de los dueños de los negocios que para su desgracia se encontrarán al paso de la marcha, al sentirse vulnerables, pues no cuentan con alguna forma de contrarrestar la acción destructiva de esos grupos, viéndose en la necesidad de contratar seguridad privada.

Por otro lado, los comerciantes del centro, en la reciente marcha se armaron con palos para esperar y enfrentar a los rijosos, los que se vieron obligados a buscar otra ruta, para evitar a los comerciantes, pero de darse un enfrentamiento, el resultado es de pronóstico reservado.

Todo esto deriva en una especie de auto defensas por parte de los afectados, provocado por la ausencia de autoridad, la confusión permite que los autollamados anarquistas hagan de las suyas con plena libertad, y ya se vio el daño que pueden ocasionar con dos horas que tuvieron, el costo del resultado es muy grande.

¿En manos de quien se encuentra entonces la seguridad? todo lo que se destina para ese fin con el pago de los impuestos no cumple con su cometido, si los particulares se ven en la necesidad de contratar seguridad privada, o armarse con palos y piedras para defender su patrimonio, “alguien” no cumple con su obligación.

Sheimbaum repite lo que dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que aparentemente no se le permite pensar o decidir por sí misma, menos se le ve determinación para gobernar a los capitalinos, tiene que adherirse al discurso oficial, y se le ve angustiada, no convencida, con un rictus en su expresión de desaliento como diciendo en ¿qué me metí?, porque no se le ve autonomía alguna, menos se le nota autoridad, en resumen, es títere del titular del ejecutivo federal.

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio