Si el diablo no mete la cola, todo apunta a que José Antonio Meade Kuribeña, secretario de Hacienda de nuestro vapuleado país, se convertirá en el candidato del Partido Revolucionario Institucional a la presidencia de la república para los comicios de 2018, pues el sábado pasado en Mazatlán, Sinaloa, los nuevos cuadros del tricolor, quienes se tomaron las famosas “selfies” con el aspirante apartidista al que despidieron con el grito de ¡presidente!
En el redestape de los presidenciables, evento organizado por el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, los cinco aspirantes del tricolor hablaron de durante la segunda sesión presencial de Cuarta Generación de la Escuela de Cuadros del Instituto de Capacitación y Desarrollo del PRI (Icadep).
Se realizó la “pasarela” en el auditorio tricolor ante 400 jóvenes, así como de los dirigentes nacionales, en donde les abrieron espacio a los secretarios Miguel Ángel Osorio, de Gobernación; Enrique de la Madrid, de Turismo; Aurelio Nuño, de Educación Pública; José Narro, de Salud, y el propio José Antonio Meade.
Los jóvenes tricolores, cuestionaron a los cinco aspirantes a la primera magistratura de nuestra nación, entonces fue cuando el ministro de Hacienda, el último en hablar en dicha pasarela; enseñó sus dotes de orador al exponer: “no ha habido un solo paquete económico en la historia del país, en la historia moderna del país, que no hay contado con los votos del PRI”. Agregó que en la reciente crisis económica (2009, cuando en la administración del panista Felipe Calderón), el PRI se solidarizó y el brindó su apoyo al país.
Meade Kuribeña fue más allá en su discurso que cualquier priista consumado, al mencionar “que es mucho lo que el país le debe al PRI en términos de su capacidad de generar consensos. Prosiguió: “son muchos los que me han visto trabajar, construir y consensar al amparo de quienes han sido generosos con el país”.
Por cierto, en su comparecencia del jueves pasado en el Senado de la República, a José Meade le dieron la oportunidad de contestar a manera de lucimiento la pregunta hecha por el senador petista Zoé Robledo Aburto, respecto a que ocupaba una secretaría con Calderón, por quien había votado, a lo que Meade le respondió tajante: por Enrique Peña. ¡Zas, Zoé!
Así pues, aunque falta un par de meses para que los candidatos de todos los partidos políticos sean designados, José Antonio Meade Kuribeña se perfila como el abanderado tricolor, un hombre que no es político (aunque esté inmerso en ésta); recordemos que lo suyo es la administración pública, fue secretario de Energía y de Hacienda en el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa; mientras que en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se desempeñó como secretario de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y de Hacienda. Cinco veces cardenal, en dos gestiones con diferentes, una albiazul y la otra, tricolor.
Sería el primer abanderado del PRI a la presidencia de la república, sin ser militante y sin haber ocupado ningún puesto de elección popular, como en su momento lo fueron Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo.
SIN ASPAVIENTOS… Sigue la preocupación por crear coaliciones tanto en el PRI como en el Frente Amplio Democrático, con la chiquillada, debido a que el populista Andrés López, dueño de Morena sigue a la cabeza en las encuestas… La renuncia de Margarita Zavala al PAN no tuvo el eco que esperaban muchos albiazules, tan no lo tuvo que nada más dimitieron detrás de ella, María Luisa Calderón Hinojosa, (hermana de Felipe) y José Luis Luege Camargo… Ni el propio ex presidente lo hizo… ¿Acaso Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, le declarará la guerra a Ricardo Anaya? quien aspira a ser el ungido por el FAD… El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, dijo adiós al Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo en donde presidió el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) desde 2015… Ya suman 36 los candidatos independientes ante el INE, sin lugar a dudas un exceso absoluto, tendrán que recabar 866 mil firmas para poder taspirar a financiamiento público, toda una odisea.