Se dice que uno no escarmienta en cabeza ajena, pero todos los días conocemos historias de mujeres guerreras que han vencido el cáncer de mama; otras más que lucharon hasta el último aliento.
En octubre, campañas por aquí y por allá para fomentar y promover la autoexploración, así como la realización de exámenes oportunos para detectar el cáncer, pues si se detecta a tiempo es curable; lo cierto es que cada día alrededor de 10 mujeres en México mueren a causa de esta terrible enfermedad, según datos de la OMS.
En San Felipe del Progreso conocí a la Señora Ofelia, una mujer que compartió su historia; su batalla contra el cáncer de mama.
Ella acudía al médico de manera periódica para realizarse su mastografia, todos los resultados perfectos; sin embargo, una bolita de menos de un centímetro que era palpable, el ultrasonido confirmó lo temible y alertó a los médicos.
Era cáncer en fase dos, aún curable siguiendo los tratamientos y quimioterapias correspondientes.
Ese andar fue difícil, quedarse no sólo sin sabor en la boca, sin cabello y energía, aunado a las nauseas, malestar estomacal y el bochorno que quemaba.
Todo hacía parecer que no habría nada más, pero sí, era necesaria una tanda de radiaciones, que vulneraron aún más la salud de Ofelia, y el corazón de su familia, de su amado esposo quien siempre la acompaña y no se ha separado de ella.
Ofelia decía que muchas veces las mujeres, por falta de recursos, no se hacen los estudios, pero cuando ya tienes la enfermedad el gasto es mucho mayor.
Para hacer frente a esta enfermedad han vendido todo. Lamentablemente su batalla de cinco años aún no termina con la mutilación de esta enfermedad.
En sus últimos estudios presentó metástasis afectando el pulmón, pero Ofelia sigue de pie, dando batalla de la mano de su esposo.
Hoy pidamos por ella y por todas las que viven una lucha.
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