“El que se arrodilla para conseguir la paz,
se queda con la humillación y con la guerra”
Winston Churchill
Quizás debiera estar escribiendo sobre la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía y sus implicaciones en tierra mexiquense, pero lo cierto es que la terca realidad se impone y nos dicta ser una voz más que hable de la violencia vivida en el país, la semana pasada. Esta vez no se protagonizó en el Estado de México que tiene una historia cruenta de violencia en algunos municipios y que debiera poner en alerta a las autoridades del estado.
Ninguna entidad está exenta que ocurra lo que en Culiacán. Afinar las estrategias de la lucha contra el crimen organizado lo exigen los mexicanos.
La prioridad del Estado mexicano es salvaguardar la integridad de las vidas de sus habitantes y para ello se han creado instituciones como el Ejército, hecho a un lado por la Guardia Nacional. Así como en una batalla –y ésta era una– se planea la estrategia de los diferentes grupos militares con base en información de inteligencia y se contempla la salvaguarda de la población, en Culiacán no se hizo al poner en marcha el operativo para la captura de Ovidio Guzmán, a fin de extraditarlo a Estados Unidos. ¿Quiénes jugaron el papel estratégico?, ¿se filtró información táctica a Guzmán López?, ¿hubo grupos que estuvieron protegiendo a la población? Se advierte torpeza. Al mando de una estrategia de esta importancia tendrían que haber estado los mejores.
7 muertos, 16 heridos, un penal tomado, 51 reos en fuga, 8 vehículos retenidos, 2 custodios del penal de Culiacán muertos, la unidad habitacional del ejército atacada y hoy en proceso de abandono, vamos, la ciudad tomada, dan cuenta que la organización de Guzmán López si estaba preparada; contaba con información, equipo y los hombres necesarios para enfrentar a sus posibles captores con toda la fuerza de las armas y del conocimiento de la plaza.
El “jueves negro” de Culiacán sumado a Aguililla, a Tepochica, a Acámbaro, en la misma semana, marcaron al país. No se olvidará: el Presidente, el secretario de Seguridad, la Guardia Nacional y el Ejército, tampoco.
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@MargaJimenez4
