El ambiente tenso que ha generado el conflicto EUA, Irán, Irak, sólo expresa, en otra esfera, el horror de nuestra vida cotidiana. Temor, miedo, preocupación por las decisiones de los líderes del mundo jugando a las vencidas por los intereses, mientras inocentes mueren.
Y en México, lo inimaginable: en Torreón, un niño de once años mata a su maestra, hiere a cinco alumnos, a un profesor y se suicida con armas a su alcance. En las noticias de la semana pasada se presenta en la televisión una madre explicando como violaron a su niña de doce años, como la lastimaron, como le dieron muerte. En Cacahuatán, Chiapas, linchan a un hombre por haber violado a otra niña de seis años, criminal de larga historia, liberado. Todo esto reciente, que se suma a más casos y al de los niños y las mujeres de las familias Lebarón y Langford, en Bavispe, Sonora, muertos y quemados a manos de desalmados criminales ¿En qué nos hemos convertido?
Los feminicidios han pasado a ser cifra. La extorsión a los ancianos ya es una práctica frecuente. La nota roja, información de primera línea. Ya no más armas en las calles. No más balazos. Las declaraciones de los funcionarios debieran corresponder a las realidades. No coinciden.
En el tema de la salud, los hospitales no dan atención a los enfermos con cáncer, VIH, diálisis; y los servicios de Urgencias son indolentemente lentos. Los familiares deben comprar lo necesario para que atiendan a sus enfermos y pagar para que los internen en los hospitales públicos, ahora que entró el INSABI a sustituir al Seguro Popular. Mientras, los pacientes padecen dolor, enfermedad, falta de atención médica y medicamentos. Mueren. ¿En qué nos hemos convertido?
Solíamos tener un sistema de instituciones que atendían a los mexicanos, y no estando de lo mejor, no se había llegado a lo que ocurre hoy con una burocracia negligente que florece en un etorno de ilegalidad.
¿Qué ya no nos duelen los niños?, ¿Qué no nos hieren tantas muertes de mujeres en este país?, ¿Qué ya no son de interés los ancianos?, ¿Los enfermos ya no importan?, ¿Qué fue de las instituciones que prestaban servicios a la población más vulnerable? ¿En qué nos hemos convertido?
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@MargaJimenez4