Muchas personas después de una relación amorosa, omiten el duelo, evitan encontrarse a sí mismos, e inician con una nueva pareja aunque no estén seguros, pues lo importante es no estar sin compañía.
Dicen que la soledad les pega, el vacío les cala y simplemente no saben estar solos.
Norma nos compartió que, después de terminar su matrimonio de 16 años, fue un golpe terrible para ella, pues tenía muchos planes al lado de Eduardo su esposo; sin embargo, la rutina, la infidelidad y la falta de pasión en su relación hicieron que terminaran, no de la mejor manera.
Terminaron señalándose todos sus defectos, reclamando lo que ambos habían hecho en favor de cada uno, incluso llegaron hasta las faltas de respeto y a quitarse todo lo material, incluidos regalos de fechas especiales.
Después de este trago amargo, ella busco lucir más guapa, delgada, elegante y con un mejor poder adquisitivo.
Trataba de mostrar en redes sociales una vida perfecta, pero que al final del día la dejaba vacía.
Eduardo se quedó con la mujer que la engañó, pero Norma no podía tan fácil abrirse a una nueva oportunidad.
A ella le empezó a calar que su ex marido hiciera su vida como si ella no hubiera existido. Norma vivía resentida, quería tener una pareja urgente para demostrar que a ella no le afectó la ruptura.
Lo lamentable, es que quienes se acercaron no tenían las mejores intenciones, y como no se daba tiempo de conocerlos, daba su amor en barata, en oferta.
Uno más joven que ella, muy atractivo, pero solo quería una cosa, que ella se enamorara para que después se hiciera cargo de él. Ella intuía que algo andaba mal pero no se fijaba en las señales, cómo que cada vez que salían el evitaba pagar argumentando que no encontró un cajero, otro pretexto que usaba es que le clonaron la tarjeta, que le robaron, y que los pagos lo tenían presionado, y pues Norma al ver el escenario se ofrecía a tratar de resolver el problema financiero con un préstamo que nunca se cubriría.
Después de este intento fallido, Norma salió con un hombre mayor que solo buscaba cumplir sus deseos sexuales reprimidos, pero nuevamente Norma no se quería dar cuenta realmente de lo que ocurría, pues su relación solo era en el auto, en los trayectos hacia algún motel y dentro de la habitación.
Norma quería encontrar el amor, pero solo llegaban personas equivocadas que la lastimaban y la dejaban cada vez más sola.
Hoy Norma lleva un año soltera, sin ningún tipo de relación, aprendió a salir a comer sola, ir al cine y hacer otras actividades sin la necesidad de una pareja.
Hoy estudia su maestría, va al gimnasio, está aprendiendo una segunda lengua extranjera y, lo más importante, se dedica tiempo de calidad.
Aprendió que no tiene que ponerse en oferta para atraer a un hombre, a una pareja; entendió que cuando esté lista para volverse enamorar llegará un hombre que realmente la valore y aprendió que ella es quien elige en su vida.
Ojalá y no te pase lo que a Norma, aprende a estar contigo, aprende a valorarte, aprende a elegir lo mejor para ti.
Somos mujeres valientes y valiosas que merecemos una pareja a nuestra altura, no gangas de amor.
No te pongas en oferta, cualquiera paga un precio barato, valórate, quiérete y no permitas que nadie te utilice por migajas de compañía.
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