¿Dónde quedaron las fotos llenas de camaradería entre tantos peñistas y el hoy expresidente de México?
Poco a poco, uno detrás del otro, comienzan a caer ex colaboradores de primera línea de confianza del anterior mandatario, perseguidos por órdenes de aprehensión.
Van dos personajes clave: Rosario Robles y Emilio Lozoya; la primera ex secretaria de Desarrollo Social y luego de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y el segundo, ex director de Pémex.
Omitamos por ahora abundar en el abogado Juan Collado.
Con seguridad, la lista irá aumentando conforme avance el presente sexenio. Algunos apuntan a que cada vez más se le cierra el cerco a Peña Nieto y que, en cualquier momento, podría ser el detenido.
Incluso, la tarde de este miércoles, el abogado de Lozoya, Javier Coello, apuntó en entrevista: “el licenciado no se mandaba solo”, en clara alusión a que tanto el expresidente de México estaba enterado e implicado en las compras irregulares que se realizaron desde la empresa paraestatal mexicana.
En su momento, la misma Rosario Robles, durante la audiencia en el Reclusorio Sur del 12 de agosto de 2019, aseguró que tanto el expresidente como el exsecretario de Hacienda y excandidato presidencial del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, estaban al tanto de las irregularidades en la Sedesol, las cuales habían sido notificadas por la Auditoría Superior de la Federación.
No obstante, hay otras lecturas que apuntan a que el silencio de Enrique Peña, deja entrever el acuerdo con el actual gobierno, para mantenerse protegido a cambio de dejar cortar algunas cabezas de sus colaboradores, que justifiquen la batalla de López Obrador contra los corruptos del pasado.
En el caso de Rosario Robles, la Estafa Maestra fue su catapulta a la cárcel; para Emilio Lozoya, sin duda, el escándalo Odebretch. Sin embargo, los presuntos casos de corrupción incluyen a más personajes que podrían darle tela de donde cortar al actual régimen, incluso para fines político-electorales.
Y como bien dicen, esto no se acaba hasta que se acaba y esperemos a ver rodar más cabezas.