Sin lugar a dudas, vamos de mal en peor debido a que el presidente Andrés Manuel López Obrador cada día nos sorprende, por supuesto que para mal, a los más de 125 millones de mexicanos con sus ligeras, absurdas y arrebatadas declaraciones, en sus conferencias matutinas, buscando culpables de todos los lamentables acontecimientos que ocurren en nuestro vapuleado país en materia de inseguridad; de asesinatos a familias completas en diversas entidades de la república, de los feminicidios, de la falta de inversión y crecimiento, la falta de medicamentos a niños y personas con padecimientos graves como cáncer y otros más, pero la inacción e incompetencia demostrada por su gobierno son las pruebas palpables de que seguimos en franco retroceso.
El mandatario de la autollamada cuarta transformación fue cuestionado el miércoles pasado en su somnífera conferencia mañanera por un reportero por el artero crimen de la pequeña Fátima, realizado por una pareja de enfermos mentales que cegaron la vida de la niña de siete años en la Ciudad de México, a lo que contestó: “es lamentable que esto suceda”, e inmediatamente arremetió: “el crimen es parte de una crisis de valores provocada por el neoliberalismo”.
Aún no conforme, el tabasqueño remató: “yo sostengo que se cayó en una decadencia, fue un proceso de degradación progresivo que tuvo que ver con el modelo neoliberal”.
Por supuesto que estas desagradables declaraciones fueron subidas a las redes sociales en donde acusaron al mandatario de falto de sensibilidad. Pero por lo visto a López Obrador se le olvidó que la izquierda millonaria gobierna y mal en la ciudad de México desde hace 23 años; es decir desde 1997, ya que ha ganado todas los comicios desde esa fecha, siendo el primer jefe de gobierno Cuauhtémoc Lázaro Cárdenas Solórzano, aunque solicitó licencia para contender a la elección presidencial, dejando en su lugar a María del Rosario Robles Berlanga (primera mujer jefa de gobierno en el desaparecido Distrito Federal), hoy presa por una venganza política del propio López Obrador.
Siguió el propio AMLO (2000-2005), quien sin residir en el Distrito Federal se le concedió contender en los comicios. El de Macuspana le cedió l silla a su incondicional Alejandro de Jesús Encinas Rodríguez (2005-2006); posteriormente se alzó con el triunfo Marcelo Luis Ebrard Casaubón (2006-2012) hoy, aprendiz de canciller; seguido de Miguel Ángel Mancera Espinosa (2012-2018); y por último, Claudia Sheinbaum Pardo, quien tampoco ha dado resultados positivos.
Se les olvida a los hoy Morenistas, que los feminicidios siguen al alza en toda nuestra república mexicana y asesinan a diez mujeres diariamente, pero seguramente AMLO trae otros datos.
A todas estas declaraciones y ligeras respuestas brincaron preguntas sobre el mismo tema: ¿El neoliberalismo es una doctrina que crea asesinos (as) en potencia o es un modelo económico de gobierno? ¿El neoliberalismo creo “lideres” que han sometido mentalmente a miles de habitantes débiles de mente para asesinar a mujeres de todas las edades, sin importar su clase social o su estado civil? ¿El neoliberalismo nos quitó a TODOS LOS MEXICANOS los valores, tal como lo aseguró AMLO? ¿Es tan dañino el neoliberalismo que México no fue tomado en cuenta por ningún país del orbe, excluyéndonos de cualquier acuerdo económico o negociación comercial y nos aislaron abandonándonos a nuestra suerte? Y otras más.
Lo que le falta a López Obrador es sensibilidad, AMOR POR MÉXICO (porque ningún presidente que ha gobernado a nuestro vapuleado país lo ha tenido), que sume a los todos los habitantes, no que los divida como lo sigue haciendo el tabasqueño todos los días con su fallida cuarta transformación que no es más que un sinfín de ocurrencias y no un proyecto de nación, debido a que ha despedazado los programas sociales y a las instituciones, poniendo en sus cargos a incondicionales e ignorantes que no saben un ápice de políticas y administración públicas.
El tabasqueño afirma que no solamente está preocupado sino ocupado en asuntos de seguridad, pues todos los días tiene reunión con su gabinete “especializado” en esta materia. Aunque las cifras arrojan que la violencia está imparable y sigue al alza. El país sigue en llamas, la preocupación de los mexicanos crece todos los días, sin que tengamos respuestas y acciones contundentes en contra del crimen organizado en sus distintas modalidades, también habló en días pasados de ellos y dijo que “eran seres humanos y que merecían nuestro respeto” (¿?). Su famosa y “célebre” frase: Abrazos no balazos. ¡Qué alguien me explique!
Afortunadamente millones de mujeres ya se unieron y alzaron la voz, con varias manifestaciones en varios municipios del país, así como en la capital, en donde han hecho pintas, incendiado locales y han vandalizado con enérgicas protestas ya que no han sido escuchadas y están hartas de la tanta violencia y maltrato, por lo que han convocado a un paro nacional para el próximo lunes nueve de marzo llamado el Nueve Ninguna Mujer se Mueve, en el que ejercerán las siguientes acciones: ni una mujer en las calle, ni una mujer en los trabajos, ni una niña en las escuelas, ni una joven en las universidades y ni una mujer comprando.
Así pues, el escenario se le descompone todos los días al gobierno de la cuarta transformación que encabeza López Obrador por la falta de resultados, tal parece que su misión es seguir culpando a sus antecesores, si hay más responsables de la supuesta quiebra del país que los enjuicie. Decenas de millones de mexicanos queremos resultados porque la inconformidad crece a pasos gigantes.
Si realmente el país se lo dejaron en ruinas, -como lo asegura- AMLO, los diputados y senadores no le hubiesen aprobado un presupuesto de ¡6.5 billones de pesos!, para este año, de los cuales 300 mil millones los manejará directamente el mandatario en “programas” para las personas de la tercera edad (70 mil mdp), una cantidad similar a los dos millones de jóvenes y otros millones más para tener mexicanos con mucha necesidad que por supuesto estirarán la mano para recibir poco dinero para que voten por Morena (partido repleto de oportunistas, de traidores y de miembros ávidos de poder), en los comicios locales y estatales de 2020, así como los federales de 2021.
La realidad es que vamos de mal en peor.