La peregrinación del hambre de los mexicanos

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La peregrinación del hambre de los mexicanos

Domingo, 19 Abril 2020 00:06 Escrito por 
La peregrinación del hambre de los mexicanos Lo bueno, lo malo y lo serio

Después de superar la pandemia ocasionada por el virus Sars-CoV-2 que provoca el COVID-19, caerá con todo su peso, una angustiosa época de hambre en México, causada por una severa crisis económica mundial, pero para el país promete ser aún más larga y profunda, como resultado lógico de la falta de un plan de rescate económico real.

El plan que presumió el gobierno federal por medio de su vocero oficial, de reactivación económica, no es para grandes empresas …”como se hacía en sexenios anteriores y será un modelo a seguir por otras naciones ante la caída del neoliberalismo”, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con su clásico tono y utilizando sus acostumbradas frases, señaló que no habrá privilegios fiscales, “no va a haber condonación de impuestos”. En concreto, y dejando de lado su politiquería que tanto le gusta, su plan emergente para la reactivación económica consiste en elevar los recursos para apoyos sociales, incentivar la inversión pública y dar créditos a pymes y sectores informales, aunque llama la atención que se dice optimista en cuanto a los resultados.

¿Optimista, presidente? ¿Como protegerse del coronavirus con estampitas religiosas? ¿Cómo cuando el año pasado aseguraba que iba a haber crecimiento económico, a pesar de que los expertos lo contradecían, y que le apostaba a ello? ¿Ese mismo optimismo? Una y otra vez ha equivocado sus pronósticos, y, ni se ha dejado de llamar Andrés Manuel o Manuel Andrés, y tampoco lo ha aceptado.

Lo cierto es que su tan elogiado plan emergente de reactivación económica es una burla, queda muy por debajo de las necesidades del tamaño del país que debería gobernar, los créditos que se dieron a conocer, quedaron muy cortos, además de manejar intereses, según, cómodos. Lo demás es lo de siempre, repartir dinero para asegurar sus alegres cifras que le reportan 22 millones de mexicanos que reciben el beneficio de algún programa del gobierno y que siente como seguros votantes en su favor.

Pero, la propuesta del presidente y su aferrada condición en defensa del dinero que proviene de los impuestos, para gastarlos en sus obras faraónicas y sus programas sociales, dejan en claro que se encuentra más preocupado por rescatar su popularidad, que en aplicar una estrategia bien planeada para que el país no caiga en la crisis más severa que ha enfrentado en muchos años, su postura lo hacen ver con una pequeñez tal, que irremediablemente lo aleja de otros líderes del mundo.

Las propuestas que le han hecho llegar para enfrentar el problema que se avecina, las descalifica de antemano, incluso aunque vengan del propio secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quién en otro tiempo dejó ver cuál es su punto de vista, y es muy distinto al del mandatario, aunque, al no estar de acuerdo, pero tampoco presentar su renuncia, lo dejan ver como el clásico burócrata que prefiere conserva su empleo, y no como un verdadero secretario de Estado.

El Fondo Monetario Internacional proyectó que la deuda de México llegará a 61.4% del PIB, con Peña fue de 53%, y que México será uno de los países más castigados por la crisis económica derivada del coronavirus, colocándolo sólo después de Venezuela y Belice, a ello, hay que sumarle que la Agencia Internacional Fitch Ratings bajó la calificación a BBB-, aunque sostuvo que la calificación es estable, se encuentra a un grado de perder grado de inversión.

Pero esto no le preocupa al presidente mexicano, a él, le preocupa que personalidades como Thalía, como “El Chicharito Hernández” o el actor Eugenio Derbez emitan una opinión, o llamen a sus seguidores para apoyar a los trabajadores de salud que acusan serias deficiencias.

Contra ellos todo el peso de la ley obradorista, quien con su acostumbrada sonrisa cínica, acusa, señala y sentencia en su circo mañanero, echando a la horda de sus fieles seguidores para que los despedacen sin clemencia, ignorando la libertad que como mexicanos tienen, o, ¿acaso puede determinar quien puede o no emitir alguna opinión?, o ¿hacer algo para ayudar? ¿no que muy demócrata?

Cuando fue candidato López Obrador opinaba de todo, señalaba y acusaba a los presidentes en turno sin ningún límite, aunque a estas alturas ya demostró que el conocimiento que presumía no era tanto, y especialista, no es, la realidad le tiene otros datos, pero eso sí, con mucha facilidad y descaro azuza a sus “benditas redes” para que hagan el trabajo de ataque y defensa.

Todo es muy sencillo, si el jefe del ejecutivo se dedicara a trabajar para cumplir con las promesas que ofreció en campaña, no tendría ninguna necesidad de que nadie lo defendiera.

Lo que quiere decir que él sabe que no puede presumir resultados, porque los que presume como suyos fueron gracias a las acciones de gobiernos anteriores, incluso, ha gastado lo que esa odiosa época neoliberal le dejó de ahorros.

En cambio, no quiere apoyar a la iniciativa privada, que invierte en México y da trabajo a millones de mexicanos, al contrario, pretende voltearlos de cabeza para sacarles hasta el último centavo en impuestos, mientras esos fifís le siguen dando con “guante blanco”. El apoyo que presumió esta semana por el acuerdo con hospitales privados, es el mismo que había con el Seguro Popular, el que por más que insiste en desacreditar, le ha pasado muy por encima a su Insabi.

Por otro lado, un grupo de empresas y fundaciones de forma solidaria establecieron en el Centro de Convenciones de Citibanamex, ubicado en el hipódromo de las Américas, con el apoyo de la Facultad de Medicina de la UNAM, un hospital temporal, con 854 camas, y 36 camas intermedias.

López Obrador vive su propia realidad, mientras tanto y debido a la orden de quedarse en casa, miles de familias sufren desde ahora la falta de recursos para poder sobrevivir, porque viven al día, y muy pronto, el hambre los hará presa de la desesperación, la consecuencia puede ser el aumento de la delincuencia.

La peregrinación del hambre después de la tormenta ocasionada por la pandemía, será larga y dolorosa, los mexicanos sufrirán una agonía sin precedente, las decisiones que se están tomando en el presente, dejarán una huella muy profunda.

 

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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio