Las personas, ya no las que tienen alta conciencia ecológica sino simplemente bien informadas, saben que las tortillas de maíz amarillo pueden ser de baja calidad nutricional por estar contaminadas por grano transgénico. Saben, además, que ese tipo de grano se ha utilizado principalmente para alimentar cerdos y ganado.
Durante una entrevista con Milenio televisión Malin Jönson, integrante de la campaña Sin Maíz no hay País, informó que México importa dieciséis millones de toneladas anuales de maíz amarillo transgénico que contamina nuestro maíz nativo. “Dese 2001 fue la primera vez que se encontró un maíz nativo que está contaminado por los transgénicos.
Dijo que es urgente protegerlos ya que esos maíces nativos que han sido desarrollados, mejorados por los campesinos desde hace diez mil años a partir de la selección de teocintle que es el pariente lejano del maíz, evolucionaron durante muchas generaciones para darnos el maíz nativo que actualmente conocemos.
A su vez, Adelita San Vicente, de la Fundación Semillas de Vida aseveró que lo tradicional era producir tortilla con maíz blanco pero que ahora se ha introducido el maíz amarillo de baja calidad que se usa para alimentar ganado y para fabricar tortillas en base a harinas de maíz transgénico como un agregado al primero para abaratar costos y lograr más ganancias para los grandes corporativos.
En Estados Unidos abunda el maíz amarillo de baja calidad que se rechaza en ese país y en Europa no apto para consumo humano pero que se consume en buena parte de México, asegura la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).
La UCCS afirma que el cien por ciento de las harinas industrializadas están contaminadas con glifosato. Esta contaminación se arrastra a todos los productos que se hacen con las harinas.
Añade que los corporativos encargados de convertir el grano importado en harina y mezclarlo con el grano de alta calidad mexicano tienen una responsabilidad mayúscula en esto que estamos encontrando. La UCCS precisó que los nombres de estos corporativos son Maseca, Minsa, Cargill y Bimbo.
“Hemos perdido la soberanía alimentaria a pesar de tener suficiente maíz.
De tener el maíz de la más alta calidad del mundo. Sin embargo el gobierno está permitiendo que las empresas nos coloquen de manera masiva esta oferta de alimentos contaminados, de un maíz muy inferior en términos nutricionales”.
Las tortillas de harina de maíz no sólo no nutren sino que además de engordar son un alimento no recomendado para diabéticos.
¡Extra! ¡Extra!
Para quienes habitan en Coacalco y saben apreciar su salud, hay negocios donde se hacen tortillas tradicionales libres de harina transgénica: Colonia San Lorenzo, Av. Hidalgo 8 a 200 metros de la López Portillo. Col. Parque Residencial, Cenzontles 17 casi esquina con Cardenales. Otra en Cardenales 21 (Tortillas al comal). Granjas San Cristóbal, calle Cascada, esquina Richard O. Robin (cerca del tianguis de los sábados). Una más: calle Agua lote 16, manzana 10, a una calle del Mercado de Lomas. del Maíz certificado internacionalmente en el mercado de productos orgánicos de Chapingo.
*Presidente de la ONG Franature
