Esta pandemia ha hecho revolucionar las comunicaciones y operaciones digitales. Incluso aquellos que no tenían conocimiento de la utilización de diversas plataformas se han visto obligados a conocerlas, utilizarlas y, para algunos, aprender a explotarlas, ha representado una gran área de oportunidad. Pero como todo, siempre hay un riesgo. Y los medios digitales representan uno muy grave, principalmente para todas las personas que hacen uso de estos, llámense redes sociales, búsqueda de empleo, noticias, en fin, todo aquello que implique uso de internet. El riesgo se incrementa cuando no se cuenta con empleo, o bien, se quiere ganar dinero fácil y rápido.
Es aquí donde aparecen los delincuentes de lavado de dinero y con ello el riesgo de ser “Mulas de dinero” sin saberlo. Es importante precisar que el término “mulas” se atribuye a todas aquellas personas que son utilizadas para mover y ocultar la mercancía ilícita de manera consciente o inconsciente, dado que en muchas ocasiones son engañadas para poder hacer circular los billetes.
Durante esta pandemia, organismos como el FBI en Estados Unidos y el Grupo de Acción Financiera Internacional sobre el Blanqueo de Capitales (GAFI) han alertado sobre los aumentos de “mulas” de lavado de dinero, así como de operaciones financieras de dudosa procedencia que pueden involucrar a personas inocentes, más aún tratándose de aquellas que, aprovechándose de su situación económica y necesidad por ganarse la vida, puedan ser víctimas de convertirse en instrumento para la comisión de delitos como el lavado de dinero.
Derivado de la pandemia de COVID-19, y ante la gran cantidad de desempleados que va dejando en el camino (tan solo del 13 de marzo al 6 de abril se perdieron cerca de 346,878 empleos formales, en contraste con la cantidad de empleos generados en 2019), la modalidad para captar a personas susceptibles de convertirse en “mulas” es través de ofertas de trabajo desde la comodidad del hogar, prometiendo dinero fácil con el mínimo esfuerzo.
La operación es muy sencilla. Cuando los delincuentes obtienen dinero ilegalmente tienen que encontrar una manera de mover y ocultar los fondos ilícitos (procedentes de tráfico de drogas, contrabando de armas, corrupción, fraude, trata de personas, prostitución, extorsión, piratería, evasión fiscal y terrorismo). Luego llega el momento donde logran persuadir a las personas, conocidas como “mulas de dinero”, ya que éstas sólo tienen que aceptar la recepción de fondos en su cuenta bancaria personal para transferirla a otra u otras a cambio de una pequeña comisión.
Otra modalidad se efectúa con supuestas fundaciones u asociaciones sin fines de lucro, que aparatemente seleccionan personas para hacer uso de su cuenta, transferir los recursos bajo el concepto de ayuda humanitaria por COVID-19, y entonces poder disponer de la cuenta personal para realizar las operaciones.
En nuestro país esta conducta se encuentra tipificada en el Capítulo II “Operaciones con recursos de procedencia ilícita” del artículo 400 Bis del Código Penal Federal, y sanciona dicho delito con una pena de cinco a quince años de prisión y de mil a cinco mil días multa.
Luego entonces, se recomienda tener mayor cuidado en la información que circula en las diferentes plataformas electrónicas, principalmente en redes sociales, pero sobre todo con los datos personales e información financiera, porque no sabemos quién pueda aprovecharse o hacer uso indebido de ellos.
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* Mtra. en Administración de Negocios, Especialista en Prevención de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores